Filiariasis canina

La filariosis canina o enfermedad del gusano del corazón es un serio padecimiento causado por un parasito redondo y grande que es transmitido por mosquitos y que se aloja en el lado derecho del corazón y en los vasos sanguíneos pulmonares. Una vez instalado se alimenta de nutrientes que roba de la circulación sanguínea del perro. Este parasito puede crecer hasta tener una longitud que oscila entre los quince y los treinta centímetros y en casos donde la infección es extrema, en un solo perro pueden ser encontrados hasta cien gusanos.
Los gusanos adultos acumulados en el corazón pueden ocasionar la obstrucción del flujo de sangre lo que a su vez ocasiona daños en el corazón, el hígado y los pulmones. A su vez esto puede causar un edema pulmonar que dificulte la respiración del animal. Si la enfermedad no es tratada, el daño en los órganos puede ser tal, que el perro termine muerto.

Los gusanos son transmitidos mediante mosquitos que diseminan la infección desde perros infectados a perros sanos. Una vez instalada en el perro infectado, la hembra de este parasito produce crías que se movilizan por el cuerpo por medio del sistema circulatorio. Cuando un mosquito pica al perro, junto con la sangre ingiere estos gusanos jóvenes que se convierten en huéspedes del insecto.
En el transcurso de las siguientes dos o tres semanas, los gusanos jóvenes se convierten en larvas con capacidad de infectar, y son transmitidas a otros perros cuando el mosquito los pica para alimentarse. Una vez que están dentro del perro, las larvas se desarrollan y se desplazan al corazón en donde maduran, comienzan a alimentarse y a reproducirse.
Mediante este mecanismo, un único perro puede ser la fuente de infección de toda una zona y cada perro sano y expuesto está en peligro.
Uno de los mayores problemas con la Filiariasis canina es que produce muchos daños en el perro antes de que los primeros síntomas visibles aparezcan. Una vez que se hace evidente la enfermedad, esta suele estar muy avanzada y los daños en los órganos internos suelen ser irreversibles. Los perros que padecen de esta enfermedad pueden presentar los siguientes síntomas:
  • Perro apático que se cansa fácilmente.
  • Presencia de tos blanda de carácter crónico.
  • Respiración acelerada, sobre todo al hacer ejercicio.
  • Colapso durante el ejercicio debida a la insuficiencia cardiaca.

Tratamiento para la Filiariasis canina

En la actualidad, la mayoría de los perros afectados por la filiariasis canina pueden ser tratados con éxito, no obstante todos los tratamientos disponibles además de ser potencialmente peligrosos, son muy costosos. Primero se requiere una serie de inyecciones que maten a los gusanos adultos después de cuya aplicación el perro debe reposar por varias semanas para evitar daños en sus pulmones por obstrucciones causadas por los gusanos muertos. Una vez que ha pasado el peligro de reacciones debidas al tratamiento, se administra otro medicamento para eliminar a los gusanos jóvenes de la sangre.
Para detectar el parasito, se requiere un simple análisis de sangre. En sí el procedimiento es indoloro y los resultados se pueden obtener en solo cuarenta y ocho horas. Una buena precaución es efectuar exámenes entre los meses de abril y mayo y si el perro no está infectado, se debe iniciar un programa preventivo de forma inmediata, sobre todo si se cree que hay riesgo de contagio.

¿Cómo puede prevenirse la Filiariasis canina?

La filiariasis canina puede evitarse si se somete al perro a un programa preventivo. Para esto se le debe suministrar al perro una tarjeta masticable una vez al mes, la cual eliminará cualquier larva del parasito que le haya sido transmitida por los mosquitos. De esta forma el ciclo de vida del gusano queda destruido. Sin embargo no debe comenzarse ningún programa preventivo antes de que su veterinario determine que su perro no está infectado con la enfermedad.
Es importante que todo dueño consulte al veterinario sobre el diagnostico y prevención de la enfermedad.

Deja una respuesta