Pulgas
- Las pulgas ocasionan dolor constante y comezón a nuestros perros
- Son las responsables del 50% de las alergias cutáneas en los perros.
- Son portadoras de patógenos como el Diphylidium caninum y la Hemobartolenosis
- En casos muy graves puede producir anemia.
En todo el mundo, las pulgas son uno de los padecimientos más comunes de los perros y sus picaduras producen molestas lesiones en la piel de los animales las cuales ocasionan molestas constantes a los canes por lo cual son un una fuente de problemas para los propietarios. Estos parásitos se alimentan de la sangre del perro, en periodos de tiempo que van de veinte minutos a dos horas, sin embargo pueden permanecer sin alimento por 18 meses. La picadura de la pulga es dolorosa y ocasiona comezón por lo cual el perro se rasca constantemente lo que lesiona su piel.
Cuando el animal está infestado de pulgas, no descansa ni come bien, por lo cual pierde peso de forma progresiva pudiendo llegar incluso a la anemia que el dueño puede creer que se debe a una mala alimentación. La pulga puede ingerir hasta 0.5 mm3 de sangre y conforme se va llenando, elimina el exceso a través del recto.
Cuenta con un parte de patas posteriores muy desarrolladas, que le permiten saltar grandes distancias para su tamaño. En caso de que tengan hambre y no haya perros en la cercanía, pueden alimentarse de la sangre del ser humano. En ocasiones las pulgas albergan una tenía muy común en los perros, conocida como Diphylidium caninum la cual es ingerida por el animal cuando se muerde debido a la comezón. La tenía que está en forma larvaria en la pulga, se desarrolla en el sistema digestivo del perro convirtiéndose en una adulta, siendo la pulga en este caso un huésped intermediario de otro parasito, el cual se alimenta en el intestino del perro.
Ciclo Biológico de la pulga
El ciclo biológico de las pulgas se manifiesta primeramente con una fase parasitaria sobre los animales, la cual está constituida por el individuo adulto, y luego una etapa de vida libre representada por huevos, larvas, pupas y adultos no alimentados, que viven en el medio ambiente. Estos adultos no alimentados se vuelven una fuente mayor de infestación, sobre todo cuando las condiciones de temperatura y humedad son las adecuadas, principalmente en el verano, lo que aumenta la población de pulgas en forma notable.
Prevención y tratamiento contra las pulgas en los perros
Con el fin de controlar de forma efectiva estos parásitos, es necesario eliminar las pulgas adultas que se encuentran en el perro y los estados larvarios constituidos por las nuevas pulgas que conviven en el mismo ambiente que el can y los demás animales de la casa.
Para este fin, se emplean diversos productos insecticidas sobre el animal, como collares, baños, champús, polvos, “sprays”, tabletas orales y una pipeta que se coloca en el lomo del perro, la cual ha resultado ser muy efectiva, ya que sin ser toxica, logra matar a las pulgas adultas y logra interrumpir el ciclo biológico del parasito de las etapas inmaduras (huevos, larvas y pupas). Esta pipeta tiene un efecto residual prolongado, por lo cual solo debe ser aplicado una vez cada cuatro semanas.