A ciencia cierta no se conoce cuál fue la primera cultura que domesticó al gato, si bien siempre se ha asociado a este animal con los egipcios, asirios u otra cultura antecesora la cual inicio la domesticación del gato salvaje africano. La teoría más aceptada es que los egipcios empezaron la domesticación en el año 4000 antes de Cristo con el fin de combatir a los roedores que se alimentaban de sus granos.
Para la civilización egipcia el gato era un animal sagrado y por tal motivo el castigo para quien matara a uno de estos animales era la muerte. A veces incluso momificaban a los gatos fallecidos.
No obstante, posteriormente los gatos perdieron este estatus y en la Edad Media eran asociados con las brujas por lo cual a veces se los quemaba vivos o se los tiraba desde edificios altos durante alguna festividad. De hecho no es casualidad que en el mundo occidental todavía exista la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte sobre todo si este se cruza en nuestro camino.
Como nota curiosa hay que mencionar que la Iglesia Catolica declaró como santos patrones de los gatos a San Martin de Porres, San Antonio Abad y San Francisco de Asís.
En el zodiaco de Vietnam, el gato es uno de los doce animales de su ciclo de 12 años el cual está estrechamente relacionado con el calendario chino.
Los habitantes del Tíbet consideran desde tiempos antiguos a los gatos guardianes de sus templos y reliquias probablemente a la marcada inteligencia, belleza y robustez del gato Siamés que habita en esa región del mundo. Al ser considerado un animal sagrado, es venerado casi como una deidad.
Características generales del gato
Aunque muchos creen lo contrario, en estado salvaje el gato suele ser un animal bastante social el cual establece colonias con cierto orden jerárquico. El gato es un cazador nato por excelencia similar a un tigre o a un león en miniatura. Acecha y ataca a su presa mediante el acecho.
Los machos son bastante territoriales y marcan su territorio mediante marcas de orina para advertir a otros gatos que ese lugar tiene dueño. Al igual que los seres humanos, pueden desarrollar padecimientos sicológicos como por ejemplo el estrés y de la misma forma que una persona estresada también puede desarrollar comportamientos neuróticos.
Sin embargo a diferencia del hombre, los gatos no presentan una vejez gradual, sino que es abrupta y llega a durar un año produciendo la muerte al final. Un individuo que entra en la etapa de vejez se hace más lento, desarrolla cataratas y pierde su olfato. Debido al extremo cansancio que padece, lo único que hace es dormir todo el día.
Con respecto a las hembras, en ocasiones presentan un temperamento variable que hace que en ocasiones reciban con alegría a su amo mientras que en otras simplemente lo ignoran por completo e incluso huyen sin una razón aparente.
En relación al aspecto físico, los gatos suelen tener un peso de entre 2.5 a 7 kilogramos, si bien pueden llegar a pesar mucho más en casos de sobrealimentación. Su esperanza de vida ronda los 10 a 15 años, si bien en muchas ocasiones llegan a vivir hasta los 2o. De hecho el gato más longevo que se tiene registrado vivió 36 años.
Como la mayoría de los felinos, los gatos cuentan con una extraordinaria agilidad en relación a su tamaño y peso corporal. Se han podido observar gatos que han superado alturas de más de 3.5 metros sin mucha dificultad y saltar desde una pared a un techo de más o menos la misma longitud sin mucho esfuerzo, simplemente contrajeron las patas trasera y emplearon un efecto de resorte que les permitió desplegar el poder para realizar tales proezas. Debido a que carecen de clavícula, los gatos pueden pasar por rendijas tan estrechas como el ancho de su cabeza gracias a su gran elasticidad.