Siempre se debe considerar que cuando un perro presente problemas de conducta en el hogar, lo más probable es que no sea solo responsabilidad del can, sino más bien esta es compartida con su dueño por la forma como éste lo ha educado. De la misma forma, el comportamiento de los hijos es en suma medida producto de cómo sus padres los han criado. Hay que pensar primero que los perros son animales que fueron domesticados lo que significa que los humanos los adaptamos a nuestras propias necesidades y condiciones de vida durante varios miles de años; no obstante esta domesticación no ha podido eliminar del todo sus instintos. Esto es fundamental si consideramos que hay quienes tienen perros propios cuyas características físicas han sido condicionadas sobre todo a la vida en una granja, pero que en lugar de ese ambiente se hallan en una casa pequeña o un departamento en donde están encerrados todo el día, en esos casos dichos amos no pueden culpar al perro si encuentran sus muebles completamente rasguñados. En estos casos somos nosotros los que no hemos tomado en consideración la naturaleza del perro y el lugar que podemos ofrecerle para vivir.
Comportamiento del perro en el hogar I Parte
Los perros provienen de los lobos que son animales con fuertes instintos de depredación, ya que en su ambiente son depredadores dominantes. Por este motivo, el comportamiento de los perros incluye muchos patrones de conducta que fueron muy importantes para sus ancestros y los ayudaron a sobrevivir en su ambiente natural, este aspecto es muy importante para poder entender por qué algunos comportamientos innatos pueden causar conflicto al presentarse en el hogar; por ejemplo, las marcas de orina, el comportamiento de cazador o el comportamiento marcadamente agresivo que presentan ciertas razas.
Sin embargo, no todas las conductas innatas de los perros son en esencia negativas, al contrario, en primer lugar éstas le permiten al perro sobrevivir y muchas de ellas son deseables en la convivencia con los seres humanos, como por ejemplo la protección que tienen los perros, con respecto a otros aunque estos últimos no sean de su propia especie. Incluso algunas de estas conductas se han acentuado en ciertas razas de trabajo lo cual las ha hecho muy útiles para el ser humano, sobre todo en labores de protección.
A continuación se detallan los principales aspectos del comportamiento de los perros.
En un inicio, se debe diferenciar el comportamiento alimentario de lo que se podría entender como alimentación para el perro, es decir, cuando nos referimos al primer concepto, vamos a tratar exclusivamente de esas actitudes características que presentan los perros a la hora de comer, y no lo que deben comer, lo cual vendría a ser estrictamente alimentación.
Quien no ha tenido mucho contacto con un perro, no dejará de sorprenderse y extrañarse al ver con cuantas ansias suelen arrojarse los perros sobre el plato de su comida, aunque nunca les haya faltado ésta en toda su vida. De hecho más de una persona podrá pensar que el animal estaba desesperado por hambre o que hacía mucho que no comía lo cual no es necesariamente cierto
En realidad esta conducta no es más que un vestigio antiguo de las conductas de manada de los lobos. En estado salvaje, cuando los lobos cazaban y lograban atrapar una presa, solo comían suficiente quienes más deprisa lo hicieran ya que podía llegar un depredador más grande y robarles su presa. Por este mismo motivo también resulta inalterada la actitud de comer cantidades de comida exageradas. Es debido a esto que usted no debe darle a su perro demasiada comida pensando que dejará de ingerirla apenas este satisfecho, ya que el perro simplemente seguirá comiendo por puro instinto.
Hay que indicar no obstante que no todo se explica en las conductas de sus antepasados. Al igual que sucede con algunas personas, los perros pueden convertir ciertos problemas del entorno en que viven, en problemas de conducta alimentaria. Esto puede deberse por ejemplo, al aburrimiento o incluso a celos que puedan tener por alguna que su dueño este teniendo hacia ellos. Aunque las personas tiendan a verlos como animales solamente, los perros pueden tener sentimientos y verse afectados por situaciones estresantes o que los depriman. En estos casos es habitual que el animal ingiera su comida tratando de llamar la atención de los que lo rodean y suele suceder que lo haga de forma ruidosa y excesiva.
Un hecho que puede hacer pensar al dueño que su perro está enfermo o que presenta algún problema digestivo, es el que presente vomito sin causa aparente. Sin embargo se debe considerar que las características fisiológicas de los perros, difieren de las del hombre, y su aparato digestivo recurre a esta forma de deshacerse de la comida cuando el animal se ha excedido en su ingesta. Además normalmente el perro traga el alimento sin siquiera masticarlo lo que lógicamente hace más difícil su digestión, por lo cual, para poder digerir las comidas, el aparato digestivo de los perros recurre a sus jugos gástricos, muy ricos en ácido clorhídrico y pepsina que también están presentes en el estomago del ser humano. Sin embargo aun con todo y esto, algunos residuos de comidas pueden ser difíciles de pasar por el píloro, que es la abertura entre el estómago y el intestino, y por lo tanto es necesario estimular el vómito para deshacerse de ese residuo que puede resultar dañino para el perro. Esta constituye, por así decirlo, una solución a la que recurre el aparato digestivo del can y es completamente normal, hasta el punto de que solucionado el problema de “congestión», el perro vuelve a ingerir los alimentos expulsados para continuar su proceso de digestión sin el menor problema. Debemos recordar que los lobos y otros canidos, alimentan a sus cachorros de esta manera, los adultos ingieren la carne y al llegar a la madriguera la regurgitan de modo tal que las crías la consuman.
Es normal que los perros se sientan excitados y “alegres” a la hora de llevarles la comida. Esto es entendido por nosotros los humanos como alegría y se puede explicar cómo otra de las herencias de su estado salvaje anterior que se presentan en su conducta actual. Cuando la madre retornaba a la madriguera con comida, las crías, saltaban, corrían, daban vueltas, rodaban e incluso se paraban en dos patas, no sólo por la alegría que les producía la llegada de su madre, sino también para provocar que esta les diera de mamar o regurgitara la comida. De esa manera la madre de los cachorros expulsaba los alimentos que les traía en su estómago y ellos se dedicaban a consumirlos. Como se mencionó anteriormente, este comportamiento de la madre se daba porque los cachorros de lobo no podían acompañar a los adultos al lugar de cacería, por lo cual para llevarles alimento lo único que podía hacer la madre era tragar todo lo que pudiera y expulsarlo una vez llegara a la madriguera.
Aunque para muchas personas pueda parecer el gesto más hermoso que su perro hace no a todo el mundo le agrada que los perros les laman las manos y mucho menos la cara.
Para poder comprender porque el perro hace esto hay que tomar en cuenta los siguientes aspectos de conducta:
Apenas los perros nacen, la madre los lame con mucha ternura y esmero lo que lleva a muchos dueños a pensar que es un gesto de amor y para demostrar el cariño que siente por sus cachorros; no obstante este comportamiento tiene otros fines, uno de ellos lograr la estimulación de la circulación sanguínea periférica de los cachorros y a la vez dicha acción la identifica con el olor de ellos y la acostumbra a él. Por su parte cuando los cachorros lamen el rostro de la madre es para identificarla por su olor, ya que estos nacen con los ojos cerrados, además de la identificación, los cachorros lamen a la madre para pedirle que les dé de mamar. Conforme van creciendo los cachorros, éstos ya pueden ver y oír normalmente, pero aún así, continúan lamiendo la cara y el hocico de la madre para estimularla a regurgitar el alimento y que ellos puedan comer, ya que todavía son muy pequeños para masticarlo. Es básicamente otro comportamiento innato que proviene de sus ancestros lupinos.
Conforme se desarrolla el crecimiento de los cachorros, el lamido se convierte en una forma de identificación social dentro de la manada y reconocimiento de la jerarquía o subordinación dentro de la misma, ya que hay que recordar que los perros son animales sociales y para ellos una familia es lo mismo que una manada, con una estricta jerarquía social. También hay que mencionar que los perros utilizan el lamido como una forma de higiene de forma similar a como lo hacen los gatos aunque en estos el comportamiento está bastante más desarrollado.
Los perros están equipados con un órgano especial, localizado en el parte anterior del paladar de su hocico, el cual les posibilita por medio del lamido, identificar ciertos tipos de aromas. En este caso los machos son los que tienen más desarrollado este órgano. Esto se debe a que cuando un macho ve a una hembra en el parque o en casa, la huele por todo su cuerpo y después procede a oler la región de la vulva para finalmente lamer ligeramente con el fin de detectar feromonas. Esto lo hace con el fin de percibir si la hembra esta en época de celo o no. Otra manifestación de la importancia del lamido está relacionado con lo que pasa cuando dos perros se encuentran, lo primero que hacen es lamerse la cara o la parte trasera del cuerpo, básicamente con la finalidad de identificarse mutuamente.
Cuando un perro lame la cara o las manos de su amo puede estarlo identificando, pidiéndole algo de comida o simplemente le está pidiendo que le muestre atención, que lo acaricie o como una muestra de sumisión para establecer que él está sujeto bajo su dominio. Sin embargo no se puede descartar del todo que los perros laman las manos o las caras de las personas también para demostrar alegría y contento cuando el dueño llega a casa del trabajo, la universidad o el supermercado por ejemplo. Debemos recordar que los perros pueden tener sentimientos y lógicamente guardan profundo cariño por sus amos.
A pesar de que el lamido del perro es un comportamiento natural, que a muchas personas puede parecerles bonito, agradable y hasta tierno a otros sencillamente les molesta, por lo que les resulta incluso algo asqueroso y despreciable por la aparente sumisión que demuestra. En este caso la valoración de esta conducta depende de una apreciación individual, por lo cual es importante enseñarle al perro a no hacerlo con todas las personas. Cada vez que el perro lama la mano o la cara de algún extraño o de cualquier persona a la cual le moleste esa acción, debe retirarlo y decirle enérgicamente «NO» y no volverle a permitir que lo haga. Para ello es bueno tenerlo siempre bajo control, lo que resulta más fácil de lograr si emplea una correa.
Si a usted le gusta que su perro le lama las manos pero le molesta que lo haga con su cara, puede utilizar el mismo consejo descrito anteriormente. También puede complementar la estrategia mencionada de otra forma: cada vez que lama su mano puede premiarlo y demostrarle que eso si le gusta. Es importante que siempre observe a su perro y aprenda a conocerlo, ya que esto le puede ayudar a corregir un montón de malos hábitos, especialmente cuando es solo un cachorro. Es mucho más sencilla la corrección del animal durante esta época que cuando sea un adulto.
Hay algunos perros que pueden lamer constantemente una zona de su propio cuerpo lo cual puede convertirse en un problema grave ya que puede lastimar su piel. Puede que sea una forma de decirle a su dueño que algo no está bien en esa zona y que le molesta. En general se puede decir que el lamido en los perros forma parte esencial del lenguaje canino universal, el cual debemos aprender si queremos entender a nuestros perros.
Si bien la mayoría de las personas puede relacionar la monta como un comportamiento puramente sexual, puede representar otras cosas para la mentalidad de los perros, entre las que se incluye el juego, la dominación social, el desplazamiento social, la emoción y en algunos casos el re direccionamiento de la conducta e incluso alguna enfermedad física que pueda estar afectando la conducta del animal.
Hay que mencionar que los cachorros machos entran en contacto por primera vez con las hormonas sexuales masculinas desde que están en el útero de su madre, principalmente cuando están cerca de la fecha de nacimiento. Debido a esto, aunque el cachorro haya sido castrado, se comportará como un perro macho si bien los efectos de la exposición hormonal en el útero no se hacen realmente evidentes hasta la llegada de la pubertad del perro (la pubertad llega a los seis o nueve meses de edad). Los perros que han sido castrados siendo adultos, normalmente mostrarán la conducta de monta, principalmente hacia otros canes, sobre todo si se aparearon antes de ser castrados. No es raro que haya perros castrados que se masturben e incluso copulen con hembras, pudiendo incluso eyacula, (claro está la hembra no quedará preñada) aunque esto es más bien algo raro.
Los perros se comunican con otros miembros de su especie y con nosotros mismos a través de ciertas posturas, contacto visual y otras formas diversas de lenguaje corporal. Por ejemplo cuando un perro desea destacar su mayor rango o retirar al perro que se encuentra encima de él, lo que hace normalmente es subir una pata o colocar su cabeza sobre el lomo del otro animal, de modo que le dé a entender que el no es el que manda. Este comportamiento generalmente es seguido por un intento de monta o de una monta pero sin la penetración propiamente dicha ya que en este caso el comportamiento no es sexual. El otro perro tiene la opción de escapar o protestar y con ello causar una pelea si el perro con actitud dominante sigue en su intento.
Los perros que realizan la monta de la pierna de su dueño o de otra persona, puede que estén tratando de expresar dominancia social a su muy particular manera sobre esa persona, en este caso, los canes están tratando de establecer dominio. Por este motivo incluso el juego brusco entre un amo y su perro puede terminar en un intento de monta parecido. Es necesario destacar que el género no constituye ningún tipo de impedimento para este tipo de comportamiento ya que las hembras también pueden ser sumamente dominantes. También pueden intentar montar a su dueño o a otros perros por simple excitación durante un juego por ejemplo.
Si un perro recurre a la monta o la masturbación excesiva esto puede indicar que está ocurriendo un problema, como un desorden compulsivo, una enfermedad de las vías urinarias u otro problema de tipo físico por lo cual es recomendable consultar con el veterinario.
A cualquier dueño de perro le encanta ser recibido por una mascota alegre que mueva la cola, ya que dicha acción provoca que el dueño se sienta querido y bienvenido. Sin embargo es interesante hacerse la pregunta de por qué lo hacen y qué significa ese comportamiento tan peculiar. Para dar respuesta es necesario considerar que los perros son animales altamente sociables con comportamientos ancestrales muy marcados, como lo es el vivir en manadas, tal como hacen los lobos. Para poder convivir en grupos es vital para los perros tener bien establecidos ciertos comportamientos que sirven para mantener la paz y la armonía de dichos grupos, que en el caso de nuestras mascotas, están constituidos mayoritariamente por humanos y otros canes. Por este motivo llegan a desarrollar un lenguaje corporal complejo el cual involucra diversas expresiones faciales, posturas y movimientos de la cola que todos podemos identificar.
Normalmente los perros se comunican con los demás perros y con sus dueños, por medio de ciertas vocalizaciones y expresiones físicas. Una de estas “pistas” incluye el movimiento de cola, que es una de las formas más expresivas que el perro usa para comunicarse, es especial para los seres humanos.
Los perros se comunican con otros perros y con las personas brindando pistas físicas y vocales. Entre estas «pistas», el movimiento de la cola es de los más expresivos en particular para nosotros los humanos. Es así como una cola que se mueve de un lado a otro indica que el perro está contento, en cambio si la cola se encuentra entre las patas, el perro puede estar manifestando miedo o estrés lo que a su vez puede indicar que el animal puede atacar o salir huyendo ó incluso ambas. Si bien en la mayoría de los casos, los perros que se acercan a nosotros moviendo la cola de un lado a otro tienen buenas intenciones, también es normal que los perros agresivos lleguen a mover así la cola, por lo cual no hay que confiarse siempre. Los perros que tengan intenciones agresivas moverán más marcadamente la punta de su cola y la mantendrán elevada. Saber reconocer esto es sumamente importante ya que nos ayudará a mantenernos alejados de algunos perros, ya que el ignorar estás señales puede dar como resultado final una peligrosa mordida o por lo menos un susto de esos que no queremos volver a pasar.
Con respecto a los perros que no tienen cola ya sea porque se las amputaron o nacieron sin ella es fácil darse cuenta de sus señales ya que en lugar de mover una cola que no tienen, mueven la parte trasera, además de acentuar otros signos corporales como los gestos en su rostro, el hocico, las orejas, el pelo del lomo y en algunos casos sonidos como chillidos suaves, duros o gruñidos que pueden ir acompañados con enseñar los dientes. Con respecto a estos movimientos, la intensidad es una buena señal para saber si podemos o no tocarlos o incluso acercarnos. Por eso es recomendable que la próxima vez que un perro así se le acerque, trate de notar otras manifestaciones corporales de alegría y complacencia a través de otros signos corporales antes de decidirse a tocarlo. El perro sabe como compensar la falta de comunicación que le brinda la carencia de una cola, empleando otro tipo de lenguaje corporal que le permita dar a conocer su estado de ánimo. Es algo similar a las personas con impedimentos del habla que usan el lenguaje de señas para comunicarse.
Un perro que se muestra agresivo a cualquier persona que entra o se acerca a la casa de su dueño no es muy bien aceptado sobre todo si muerde. Claro está, hay que considerar que el morder es de hecho una parte normal del repertorio conductual de todos los perros.
En general los perros pueden llegar a ser agresivos con una persona por diversas razones como la dominación social, la defensa de su territorio o simplemente como manifestación de miedo. Es por esto que cuando una persona que el perro no ha visto nunca es atacada por éste, lo más probable es que este ataque se haya debido a que el perro estaba defendido su territorio o simplemente pudo haber estado motivado también de manera secundaria por el miedo, ya que un perro temeroso puede ser bastante agresivo. Desafortunadamente, la agresividad hacia los extraños es reforzada por el mismo propietario que en algunas ocasiones desea que su perro sea un buen guardián (muchos dueños piensan que para esto el animal debe ser una fiera), hasta que llega el día en que el perro muerde a alguien, que en algunos casos hasta puede ser un miembro de la familia.
De no controlarse la agresión territorial puede ser un problema grave, sobre todo si el perro es de talla grande y ha demostrado ya en más de una ocasión que tiene la tendencia a preferir morder que a ladrar. Si se quiere reducir el riesgo de algún ataque indeseado, es necesario que guarde a su perro en otro lado o al menos lo amarre antes de que algún desconocido llegue a su casa. Además no debe dejarlo salir nunca sin su supervisión y sin correa, si el perro es muy agresivo un bozal puede ser una buena idea. Si el problema de agresión es muy serio, debe tratarse mediante un reentrenamiento básico para que el perro aprenda quién es el que manda y que siempre debe obedecer a su amo. Otro buen consejo podría ser el hacer que el perro aprenda a asociar cosas buenas, como la comida con la llegada de los visitantes a la casa.
Es necesario lograr mediante el adecuado entrenamiento que el perro tenga un comportamiento equilibrado que permita una adecuada convivencia, sino se producirá una de dos consecuencias extremas. Por un lado se puede criar un perro que sea demasiado desconfiado y muerda prácticamente a cualquiera que entre a su casa. O por otro lado, se puede tener un perro que felizmente guiaría a un ladrón por toda la casa e incluso lo ayudaría a encontrar las cosas de más valor. Cada perro dependiendo de la raza y la crianza reacciona de manera distinta ante los extraños, pero en el caso de los perros que se vuelven paranoicos y que muerden a toda persona o animal que se les cruza en su camino, depende del dueño el evitar que ocurra un accidente. Por eso si el dueño nota que su perro es demasiado agresivo, que pasa ladrando todo el día y se comporta de modo amenazante, es necesario que tome medidas para corregir esto.
Si usted tiene la oportunidad de tener a un perro desde cachorro, debe tratar de hacer que socialice con todas las personas que pueda conforme va creciendo de modo que se acostumbre a la presencia de más seres humanos aparte del dueño. Si el cachorro demuestra miedo al inicio, es buena idea que personas a las que no está acostumbrado el perro le lleguen a hablar suavemente y lo inviten a acercarse mientras usted se mantiene de pie junto al cachorro de forma que le demuestre que todo está bien y que no hay ningún peligro para él.
Si el perro ya es adulto y muestra miedo y agresión hacia los extraños, aún se puede corregir el comportamiento, pero sin duda no será tan sencillo como lo es con un cachorro. Para esto, pídale a uno de sus amigos que le brinde ayuda para re entrenar al perro. En este caso la persona tendrá que acercarse lentamente a su perro o usted puede ir caminando con su perro hacia él. De cualquier forma usted debe permanecer siempre junto a su perro, motivándolo y animándolo para acercarse cada vez más. Es necesario que le diga a quien le esté ayudando que extienda su mano para que su perro pueda olfatearla, y una vez que lo haga debe premiar al animal de forma efusiva para demostrarle que se ha comportado adecuadamente. Con un perro adulto debe tener paciencia ya que cada animal es distinto y en algunos casos el aprendizaje puede darse después de varias sesiones.