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Si ya tomo la decisión de adquirir un perro, primero que todo asegúrese de que su hogar está listo para recibir a su nueva mascota. Para ese momento tiene que tener pensado en qué lugar va a comer, a dormir, a jugar o compartir el tiempo con usted. Como propietario, es su obligación saber que va a comer el perro, con que va a jugar y donde lo hará de manera que no termine destrozando los muebles de la casa. Debe poner fuera del alcance del perro cualquier objeto que pueda ponerlo en peligro. Por último, debe comprobar si todos los miembros de la familia tanto humanos como otras mascotas están preparados para recibir a otro miembro. Si está preparado, la llegada del nuevo perro a su hogar se hará sin el menor contratiempo y será mucho más sencilla para todos.

El día que lleve a su nuevo perro a la casa, no es recomendable dejarlo que corra libremente por el lugar ya que probablemente estará algo intimidado por estar en un nuevo ambiente y con personas (y posiblemente otras mascotas) nuevas. Si por temperamento, es un animal decidido y nada tímido, la adaptación será rápida y sin contratiempos. Si en caso contrario es un animal retraído, deberá generar confianza para lo cual muévase despacio hasta que el perro no demuestre temor. Colóquelo en su propio cuarto o jaula, hasta que se acostumbre tanto a usted como a la nueva casa. Poco a poco deje que explore todo el lugar pero siempre bajo su cuidado. Si es un cachorro, cuide de que no se trague nada, pues los cachorros conocen el mundo que los rodea a través del sentido del gusto, y algunos objetos pueden llegar a convertirse en un serio peligro.

A diferencia de los gatos que básicamente duermen donde más les place, los perros generalmente aceptan el lugar que el dueño escogió específicamente para él. Si bien los perros no necesitan dormir demasiado, si ocupan un lugar que sea cómodo y seguro para dormir y sobre todo que este alejado de las zonas de la casa donde hay más ruido y actividad.

Si el perro vive fuera del área de la casa, por ejemplo en el jardín, debe contar con un área cercada la cual le permita refrescarse y guarecerse, es decir una especie de casa para perros. Mínimo debe haber un techo que le permita resguardarse de las inclemencias del tiempo o huir cuando se siente amenazado o asustado. En caso de que el perro pase bastante tiempo dentro de la casa, al principio puede usarse un cuarto como un buen lugar para poner su cama hasta que se sienta seguro.

El perro debe tener un plato exclusivo para la comida y otro para el agua. Estos platos deben estar colorados en un lugar tranquilo en donde el animal no sea molestado mientras se alimenta. En ocasiones los perros pueden mostrarse agresivos si creen que alguien les va a quitar su comida, incluso con su dueño, aunque este le acabe de servir el alimento. Además los platos deben ser del tamaño y material adecuado para la edad y raza del can.

En este caso, el veterinario le puede recomendar que tipo de alimento debe colocar en estos platos, así como la cantidad y la frecuencia con que debe dar de comer al perro. El perro tal vez pueda alimentarse solo, es decir tener a su disposición alimento seco durante todo el día, no obstante hay que tener cuidado con esto ya que en muchos casos los perros tienden a sobre alimentarse si tienen comida disponible todo el tiempo. Por esto, lo más recomendable es establecer un horario de comida fijo, para lo cual puede asesorarse con el veterinario.

Puede que no parezcan importantes, pero los juguetes para perros son necesarios sobre todo para que pasen entretenidos y ocupados cuando el dueño no este. Además con estos accesorios el perro puede descargar sus ganas de morder sin que dañe los muebles de la casa o algún otro objeto valioso. Al tener al perro ocupado con juguetes se previene que agarre por ejemplos zapatos favoritos o un cojín.

En general a los perros, en especial si son cachorros, les gusta masticar todo, por lo cual es buena idea acostumbrarlos a que muerdan sus juguetes y no sus cosas. Por eso es buena idea que apenas pueda visite la tienda de mascota y le compra varios juguetes a su perro que lo mantenga ocupado cada vez que usted no está supervisándolo.

Una vez que lleve al cachorro a su nueva casa, no es buena idea que de entrada lo exponga a muchas personas y a otros animales. Lógicamente al ser su primer día en el hogar estará ansioso, por lo cual no es aconsejable incrementar ese estrés con caras nuevas, en especial si se trata de un perro tímido. En este caso debe pasar tiempo con él en su cuarto, sin embargo al mismo tiempo déjelo solo por periodos de tiempo para que se acostumbre al lugar y descanse.

Los otros habitantes de la casa pueden ir a presentarse uno por uno, pero usted como dueño siempre debe estar presente para que el perro se muestre seguro y se sienta cómodo ante la presencia de otras personas aparte de usted. Así el perro se acostumbrará a estar entre más gente.

Al presentar a los niños y a los perros, siempre debe haber un adulto supervisando y nunca deben ser dejados solos. Como ya se ha mencionado, los niños sobre todo los pequeños pueden ser muy bruscos y lastimar al cachorro o pueden ser mordidos si el perro está más crecido.

En caso de que haya más animales en la casa, el proceso de integración probablemente tome más tiempo que con los humanos. Una buena opción es presentar al nuevo perro con otra mascota en un terreno neutral. En caso de que esto no funcione, manténgalos separados el tiempo que considere necesario hasta que estén acostumbrados uno al otro, con el fin de evitar que ambos terminen agrediéndose.

Como en todo lo relacionado con los perros, se requiere tiempo y paciencia con el fin de lograr que su nueva mascota se pueda adaptar rápidamente a la casa y el ambiente familiar, para lo cual el dueño debe tener compromiso. Esto depende también de la naturaleza del perro y su comportamiento.