- Tienen un efecto decorativo de mayor impacto.
- Es más sencillo mantener la calidad del agua. Gracias a esto requieren de menos mantenimiento.
- Es posible albergar más peces en un acuario grande.
- La temperatura del agua se mantiene más constante. Si se produce un corto de suministro eléctrico, la pecera no se enfría con tanta rapidez. Por lo tanto, los gastos de calefacción son menores en proporción a los que presenta un acuario pequeño.
- Gracias al mayor espacio interior, la persona puede colocar decoración más atractiva. Además, es más sencillo camuflar aparatos como el filtro interno, por ejemplo.
¿Que población de peces puedo tener en mi acuario?
- Grado de limpieza del agua: Entre más limpia esté el agua, más oxígeno contiene para los peces.
- Temperatura del agua: El nivel de oxígeno también se ve afectado por la temperatura del agua. Entre mayor la temperatura, menor el nivel de oxigenación.
- Tamaño de los peces: Lógicamente, entre más grandes sean los peces, mayor es su consumo de oxígeno.
- Actividad de los peces: Los peces más activos consumen más oxígeno que los peces poco activos, lo que puede influir en el nivel de oxígeno en el acuario si tiene muchos peces.
- Composición química del agua: La composición química del agua puede afectar positiva o negativamente la cantidad de oxígeno que puede disolver así como la frecuencia de respiración del pez.
- Superficie de contacto de la superficie del agua con el aire: El oxígeno del aire se disuelve por superficie de contacto en el agua, por lo tanto, entre mayor sea esta superficie, mayor el nivel de oxígeno en el acuario.
- Cantidad de plantas: Las plantas consumen oxígeno durante las noches, aunque no tienen mayor efecto ya que en el día producen este elemento reponiendo lo consumido.
A nivel general, podemos decir que la profundidad del acuario no tiene mayor efecto. No obstante, una acuario profundo ofrece más espacio para los peces y puede afectar la cantidad de luz que llega a los niveles inferiores. En acuarios especialmente altos y sin aparatos que hagan circular el agua, puede llegar a ocurrir estratificación de temperaturas, es decir temperaturas distintas a diferentes profundidades.
Los expertos han establecido un principio práctico que puede aplicarse con éxito en la mayor parte de los casos. Un acuario normal y que tenga un mantenimiento adecuado, puede poblarse con peces a razón de 2.5 cm de pez (sin contar la cola) por cada 4 litros de agua, es decir 2.5 cm de pez por 80 cm2 de superficie.
De esta manera, en el acuario del ejemplo anterior que tiene una superficie de 6000 cm2, podríamos colocar alrededor de 187.5 cm de peces. Si tomamos la longitud promedio de los guppys (4 cm), esto quiere decir que en este acuario podríamos tener una población de 46 peces de este tipo. Claro está, estamos hablando de peces adultos. Si ponemos peces jóvenes podemos tener una mayor población pero cuando crezcan se corre el riesgo de tener un exceso de peces para el tamaño del acuario.
Debe tomarse en cuenta que esta regla se aplica cuando el acuario no cuenta con materiales técnico auxiliar y que se mantiene un equilibrio en que solo se realizan cambios parciales del agua. En términos prácticos, es posible incrementar la población de peces si se aumenta el nivel de oxígenos en el agua y se eliminan los desechos. Esto puede lograrse por medio de filtración y aireación adecuada del agua, sin embargo hay que tener en mente que si estos aparatos dejan de funcionar por cualquier motivo, las condiciones en el acuario pueden deteriorarse con rapidez y poner en peligro a los peces.
Debido a esto, los aficionados a los peces inteligentes nunca toman el riesgo de superpoblar demasiado sus acuarios solo por tener a su disposición aparatos que les permiten hacer esto. Como en todo, lo mejor es alcanzar un término medio, es decir, poblar el acuario con algunos peces extra, pero sin llegar a extremos en que se pueden producir situaciones de elevado estrés e incluso ataques entre los peces.
No debemos poner en riesgo a los peces únicamente por una cuestión estética.