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Perros de Caza

Perros de caza

Durante los 30 mil años de convivencia en el globo terrestre del hombre de Neandertal y el Homo sapiens, el perro se fue acercando a los poblados de este último para obtener comida y protección a cambio de su gran olfato, el cual ayudaría al hombre a detectar los ataques enemigos. La caza fue la primera de las actividades que el hombre y el perro realizaron de forma conjunta desde su domesticación. A lo largo de este periodo de miles de años, el hombre ha ido seleccionando al perro para las distintas tareas que le eran necesarias, así que en la actualidad encontramos cientos de razas distintas y muy especializadas.

Desde entonces, el hombre, depredador natural, se alió con el perro y le ayudó a evolucionar trabajando en los ejemplares más valiosos. Mediante esta forma de reproducción selectiva, el hombre empezó a producir perros cada vez más aptos para diversas tareas especializadas, entre ellas la cacería. En esa época la caza era una de las principales fuentes de alimentación del hombre, por lo cual el perro se convirtió en un elemento sumamente útil dado que descendía del lobo, uno de los grandes cazadores de la naturaleza.
Con el paso del tiempo el ser humano diversificó al perro de caza produciendo múltiples razas, cada una de ellas desarrollada para efectuar una tarea de caza especifica. De esta manera se produjeron razas para la cacería de presas grandes, cobradores, perros para cazar presas pequeñas, perros para rastreo, etc.
Según la clasificación actual aceptada para los perros, seis de sus diez grupos corresponden exclusivamente a perros de caza, en sus distintas modalidades. Sin embargo dentro de otros grupos de perros también podemos encontrar razas que son usadas en la caza. Es así como encontramos perros sabuesos, lebreles, terriers, perros de muestra, perros cobradores, perros de agua, perros levantadores o spaniels y perros nórdicos de caza.

Sabuesos

Los sabuesos son perros con una gran capacidad olfativa, de gran variedad de tamaño y olores, suelen cazar en grupo, llamados rehalas o jaurías. Tras encontrar el rastro de la presa empiezan a perseguirla mientras van latiendo, es decir, ladrando, con el fin de avisar a los cazadores de su paradero, cuando consiguen alcanzar a la presa pueden llegar a matarla.

Lebreles

Los lebreles son perros adaptados para la carrera, localizan a sus presas mediante la vista y tras una rápida persecución la alcanzan y matan. Los Lebreles eran originariamente perros de caza. Empleados para el rastreo visual, son capaces de distinguir la presa desde lejos y perseguirla hasta darle caza. Poseen un cuerpo flexible y esbelto, de largas extremidades que les proporcionan gran resistencia y extraordinaria velocidad. En algunos países de Oriente Medio, se estilaba la cacería a caballo con lebreles, razas como el Galgo Afgano o el saluki eran empleadas para tal fin. En Rusia, en cambio, se utilizaban borzois para cazar animales grandes como los lobos.

Terriers

Los terriers son perros pequeños o medianos, de patas cortas, mandíbulas fuertes y grandes excavadores. En cuanto al carácter se trata de perros con una gran valentía, alegres, vivaces y por lo general bastante testarudos. Todas estas características se buscaron en la selección de los terriers para que desarrollasen correctamente su labor de cazadores de tierra. Casi todos los terriers se desarrollaron en las Islas Británicas. El nombre de algunos se corresponde con la zona donde fue creada la raza, como el terrier australiano, el Manchester terrier y el Yorkshire terrier entre muchos otros. Durante mucho tiempo resultaron bastante útiles para la cacería de alimañas como ratas, ratones, conejos y otros animales pequeños.

Perros de muestra

Componen este grupo un buen número de perros de caza, su especialidad es mostrar o indicar la pieza al cazador. Los perros de muestra, a diferencia de los sabuesos, trabajan siempre con la cabeza en alto, atentos, olfateando el rastro de la presa. Una vez detectada, el comportamiento del perro puede variar dependiendo del entrenamiento que haya recibido, lo común ante la cercanía de la presa es; agacharse, sentarse, tumbarse o mantenerse rígido y estático hasta la señal del cazador.
En la actualidad, muchas de estas razas, gracias a su gran docilidad y a su atractivo aspecto, se han convertido en excelentes animales de compañía y habituales en las exposiciones caninas, como ocurre con el setter inglés, el setter irlandés o el braco alemán por ejemplo

Perros rastreadores

Estos perros, tal como dice el nombre, se dedican a buscar el rastro de los animales de tierra, como el conejo, para lo cual mantienen la nariz pegada al suelo buscando su presa, pueden olfatear también aves que pasen algún tiempo al suelo, como la codorniz. A este grupo, pertenecen por lo general aquellos perros encargados de perseguir a las piezas de caza, levantarla y dar ocasión al cazador para abatirla.
Cada raza trabaja diferente, utilizando diferentes métodos para rastrear a la presa, unos las siguen lentamente y otros en jauría, generalmente llegan a atraparlas o dirigirlas hacia el cazador o bien siguen a la pieza herida como es el caso de a los siervos o presas como jabalíes. Son capaces por lo general de seguir el rastro de un animal durante muchas horas.

Perros cobradores

Este grupo lo componen diversidad de razas, todas ellas empleadas para ayudar al hombre a cazar, como cobradores de la presa. La especialidad de estos perros es la de levantar la pieza al cazador y después cobrarla sin ningún daño, ya sea en terrenos firmes como acuáticos.
Hay muchas razas expertas en cada una de estas tareas, por ejemplo; el springer spaniel destaca por sus dotes de “levantador” de aves, el golden retriever, sin embargo, es un cuidadoso “cobrador” como también lo es el perro de agua irlandés, aunque en entornos acuosos donde hay ríos y lagunas. Hoy en día, muchas de estas razas son también excelentes animales de compañía, gracias a su gran sociabilidad y a su atractivo aspecto.

Perros levantadores o spaniels

Son los perros spaniel. Su trabajo consiste en detectar la presa y espantarla, con ello la hacen salir de su escondite. Generalmente son perros cazadores de aves, y hacen que las aves levanten vuelo, y se pongan al descubierto. Entonces el cazador puede disparar sin problema. Los perros levantadores más conocidos quizás sean los cocker spaniel ingleses, aunque existen otras razas de spaniel que son preferidas por los cazadores.

Perro de agua

Los perros de agua son un grupo de razas de canes caracterizadas por ser de tamaño mediano y por tener el pelo de consistencia lanosa y rizada. Se suelen utilizar para el cobro de patos y otras aves en zonas pantanosas y marismas ya que no le tienen miedo al agua y se sienten muy a gusto en ella. Son perros estéticamente proporcionados, de musculatura manifiesta a causa de los ejercicios de natación.
El cráneo es largo, no demasiado ancho, con hocico robusto. Las orejas son en forma de corazón, caídas, y el cuello es corto, redondo y robusto. El cuerpo es corto, con el pecho ancho y las costillas muy salientes. Las patas son bastante largas y de huesos robustos. La cola es larga y el animal la lleva fuertemente enroscada hacia arriba.

La cacería empleando perros de caza

Los perros de caza son un elemento más que primordial para muchos aficionados modernos a la cacería. Es realmente así, ya que los perros de caza son colaboradores elementales para este particular deporte que para muchos no es un deporte sino una muestra de crueldad hacia los animales. En este apartado no vamos a polemizar sobre si es buena o no la casería con perros, solo vamos a describir la actividad en la medida de lo posible. De hecho en este tipo de competición no siempre gana el can. Por su instinto, su conocimiento del territorio y su astucia, las presas deben eludir el acecho de su adversario canino.
Un buen perro de cacería debe ser un animal muy inteligente, poseer una capacidad olfativa realmente sorprendente, contar con una resistencia increíble a la fatiga, así como también ser rápido en sus movimientos y decisiones.
Si se habla de la caza menor, se deben separar las distintas clases de presas a cazar. Por un lado están las aves como la perdiz chica, la martineta colorada, la copetona y el pato entre otros. Tenemos además las presas de «pelo», como la liebre, la vizcacha, el zorro, el conejo y otros.
De ahí que las razas de perros de caza más utilizadas varían según el tipo de presas a cazar. Por ejemplo, en el caso de perdices, martinetas y liebres, podríamos hablar de perros como el pointer y los bracos como el kurzhar y el weimaraner que son los más populares en la actualidad dadas sus grandes condiciones.
Para la cacería del pato obviamente, debemos utilizar perros que además de su capacidad de excelente cazador, posean condiciones de grandes nadadores, como las que tienen el setter irlandés o el golden retriever.
Todos estos son, por supuesto conceptos muy sencillos acerca de lo que significa la cacería empleando perros, ya que las razas empleadas dependen en suma medida de las experiencias y gustos de cada cazador que puede sentirse más inclinado a usar una u otra raza.
Por ejemplo, para muchos cazadores, una de las mejores razas es la del weimaraner al que se considera como un perro de caza realmente extraordinario, bueno para cualquier condición de caza, con un olfato increíblemente potente y una entrega por su trabajo y resistencia que cualquier perro puede llegar a envidiar. Es un perro capaz de adaptarse a múltiples situaciones de cacería por lo cual poco a poco gana adeptos en todo el mundo.

Características de un buen perro de caza

No alcanza solamente con un buen olfato, además el perro debe saber utilizarlo. El desarrollo de un buen sentido olfativo para la caza es el fruto de un buen entrenamiento que comienza aproximadamente a los cuatro meses de edad del can. Sin embargo toma no menos de cinco meses de entrenamiento para poder contar con un buen perro cazador que será más que una ayuda para su dueño aficionado a la cacería.
Teniendo en cuenta éstos datos, el perro de caza perfectamente completo, por supuesto si se ha hecho una buena preparación desde cachorro, va a estar listo recién, no antes de que tenga el año de edad. Por supuesto, el perro de ahí en adelante comienza a trabajar, pero claro está aun le faltarán muchas cosas por aprender, como por ejemplo, no mostrarse demasiado ansioso, ya que el perro sin experiencia en este trabajo es normalmente muy precipitado a la hora de cobrar o acosar a las piezas de cacería lo que le impide al cazador ponerse a distancia de tiro ya que el animal logra escapar antes.
El perro de caza bien formado, una vez que entra a un coto de caza a rastrear buscando la presa, posteriormente una vez ubicada la pieza, la marca (en este caso estamos hablando de aves como las perdices), espera que el cazador que normalmente está ubicado varios metros atrás, llegue a hasta él y cuando está listo para el tiro al vuelo, le ordena al can que se la levante para lo cual le toca las patas traseras con sus pies. Si el cazador tiene suficiente velocidad y puntería para derribar a la pieza, el perro sale en su búsqueda, la agarra con su boca, pero con delicadeza para no dañarla, para finalmente llevársela hasta donde se encuentra su amo.
Cuando un perro de caza marca una presa, en realidad no la está observando. Lo que pasa es que el perro de caza no ve la presa, la huele. Este hecho muchas personas lo desconocen y otros incluso dudan. Hay que recordar que el sentido principal de todo perro es su olfato. El can sabe donde está ubicada la perdiz en éste caso por el olfato, ya que a través de él registra su posición.

Cuidados de un perro de caza

Si se busca que un perro se convierta en un buen perro para la cacería, hay que ir despacio y comenzar a entrenarlo desde cachorro. Antes de prepararlo para la caza hay que educarlo adecuadamente ya que antes de llevarlo al campo el perro debe aprender a obedecer a su dueño. Con el adiestramiento se buscan aprovechar las cualidades naturales el perro que lo hacen apto para la cacería.
Ya a partir de los dos o tres meses se empieza a llevar al perro al área de caza y se le empieza a entrenar para las presas que va a cazar. Por ejemplo para presas grandes se comienza con animales pequeños como liebres y conejos. A partir de los seis a ocho meses de edad se le presentan piezas pequeñas de los animales que realmente se quiere cazar y según el comportamiento del perro se va avanzando progresivamente.
En un inicio el cachorro con unos pocos meses de edad es incapaz de seguir a los adultos en las cacerías lo cuales rápidamente lo dejan rezagado. Ya con cinco meses los puede seguir y al ver a sus padres comportarse de cierta manera, puede que al principio se precipiten pero finalmente terminarán copiando el patrón. Durante todo el adiestramiento, el perro debe estar contento y no sentirse forzado. Por esto se debe iniciar con sesiones cortas en las cuales la parte fundamental debe ser el juego, para que el perro se divierta mientras aprende. Si el perro se aburre y no se divierte, costará más que aprenda lo necesario. Es necesario que el dueño se arme de paciencia ya que se ocupan muchas sesiones para que el perro esté bien adiestrado.
El carácter del perro no estará bien formado hasta que tenga año y medio de edad. Los machos son más inmaduros que las hembras y terminan formando su carácter con un retraso de seis meses con respecto a estas. Una vez que el perro esté listo se le va sacando progresivamente al campo, durante periodos cortos y con pocos lances, los cuales deben acabar de manera exitosa, con la captura de la presa.
De forma progresiva se va aumentando el tiempo en el campo, así como la distancia recorrida y el número de lances. De esta forma el perro va madurando poco a poco y por su cuenta tomando más confianza en sí mismo. Básicamente este sería el adiestramiento, y a partir de este momento el perro ya puede salir a cazar, pero ya no se le facilitan las presas, ahora es él quien debe buscar las piezas.
Es importante cuidar la alimentación del perro de caza. Cuando es destetado y hasta los cinco meses, hay que darle tres comidas al día, mientras que de los cinco a los doce meses deben ser dos comidas y cuando es adulto una sola. Es necesario ajustar nutrientes como el calcio y las vitaminas de acuerdo a la etapa de desarrollo del perro. Con respecto al perro adulto, la alimentación se varía dependiendo de la temporada. Cuando es época de caza, el alimento debe ser muy energético, con gran cantidad de proteínas y grasas que aumenten su potencia y resistencia y le ayuden en su trabajo. El resto del año, cuando no está cazando, la alimentación del perro debe ser de mantenimiento, con un menor porcentaje de grasas y proteínas ya que la carga de trabajo es menor y no sufren desgaste físico.
Cuando llegue la temporada de caza, dependiendo de cada país claro está, el perro tiene que estar en perfecto estado físico. Por eso es importante hacer un adecuado control durante todo el año.

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