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El salto excesivo en el perro

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¿Le resulta necesario encerrar a su perro en otra habitación antes de invitar a amigos y familiares para que su ropa se mantenga entera y sus caderas y muñecas permanezcan intactas? ¿Tiene que sacar a pasear a su mascota en horas extrañas del día y de la noche para evitar encontrarse con otro ser viviente en la acera? Si es así, parece que tiene un problema de salto.

Los problemas de salto se producen más a menudo con perros adolescentes (perros de 6-18 meses de edad). Los perros saltan porque quieren llamar nuestra atención.

Para la mayoría, el comportamiento de salto excesivo se observa alrededor de los periodos más importantes en el día del perro – la hora de comer, el regreso del dueño a casa, y cuando es sacado a pasear (apenas el dueño recoge la correa y el perro comienza a saltar), durante el paseo en sí y cuando los amigos y parientes llegan de visita . Este problema puede ser resuelto con calma y entrenamiento consistente. La cantidad adecuada de ejercicio para el tipo de raza de su perro es de gran ayuda, también. La falta de ejercicio resulta en perros fuera de control que carecen de la capacidad de concentración.

¿Que podemos hacer para corregir el comportamiento?

Puesto que un perro salta con el fin de solicitar atención, cuando vemos que nuestro perro se excita y está preparado para saltar, debemos decirle «No, fuera» y girar lejos del perro. Quitarle nuestra atención (una recompensa para el perro) es una forma suave y efectiva para corregir el perro. Tan pronto como el perro se ha puesto de cuatro patas en el suelo o se ha quedado quieto sentado/echado, voltee de nuevo, póngase de rodillas y alabe al perro.
  • Dele al comportamiento de salto un nombre, para que pueda incitarlo o detenerlo con su voz. Por ejemplo, puede llamarlo «patas arriba«. Enseñe a su perro a saltar con una orden (en este caso «patas arriba») y a continuación añada un «no» a esa orden, como por ejemplo «no patas arriba», para que el perro sepa cuando usted no quiere que salte.
  • Más importante aún, dele al perro otra cosa que hacer. El entrenamiento de obediencia es una herramienta muy útil cuando se trata de corregir un problema de salto sin control. Un perro que puede ser controlado con órdenes sencillas no va a comenzar a saltar de repente. Al intentar las órdenes de «sentado» o «echado», no empuje, hale, bata los brazos o realice otros movimientos rápidos que pueden excitar al perro. Use un método de recompensa en lugar de manipular físicamente al perro. Evite el aumento de su tono de voz o los silbidos. Todos los movimientos adicionales y las vocalizaciones excitadas incitarán al perro. He aquí una situación en la que el viejo lema, «menos es más», se aplica realmente.
  • Para ayudar al perro a mantenerse  sentado o echado cuando llegan los visitantes, póngale en una correa antes de abrir la puerta; De esta manera, usted tiene un medio de control a su alcance.
  • Para un perro sin control que salta como loco, dele solo la suficiente correa como para estar sentado o echado, de tal manera que esté limitado para realizar más movimientos. Cuando el perro intenta moverse, se corregirá a sí mismo. (Esto puede no funcionar para una persona de 100 libras con un perro de 200 libras, pero funciona bien para la mayoría de las personas con perros).
  • Sea consistente. Nunca deje que el perro salte sin que se lo indique. Un perro no puede distinguir entre pantalones vaqueros sucios y un traje de diseñador. Él no puede saber cuáles son los días en que puede saltar sin problemas al ver la ropa que está usando o las condiciones climáticas. El perro no puede pensar: Como el clima está fresco y seco y esta persona está usando su ropa de correr, entonces está bien que salté sobre ella.
  • Sea consistente con los extraños, también. No permita que alguien confunda a su perro en medio de una corrección con la típica frase, «Está bien, amo a los perros», mientras besa y acaricia a su perro, recompensándolo por su mal comportamiento. No hay nada malo en no permitir que la gente acaricie a su perro, a menos que este se comporte como es debido. Los huéspedes de su casa no son una excepción. Advertirles de antemano. («Estoy entrenando a mi perro para que no salte a menos que se le ordene. Realmente podría usar su ayuda. Por favor, no lo acaricie y tampoco le preste atención a menos que el perro se mantenga quieto»).
Para los perros de lento aprendizaje, las sesiones de entrenamiento tendrán que ser más fuertes. En un fin de semana o días de vacaciones, pida la ayuda de un amigo, vecino o familiar para que suene el timbre de la puerta cada 10-15 minutos durante un par de horas. En cada ocasión, póngale una correa al perro, ordenele que se mantenga sentado o echado, y abra la puerta y salude a su visitante. El visitante también puede darle a su perro una golosina o una caricia si se comporta, pero debe ignorarlo si tiene un comportamiento indesedo.
 

Una vez que el perro está bajo control, el visitante puede retirare, sólo para volver de nuevo en otros 10-15 minutos. Este proceso continúa hasta que el perro entiende que su trabajo consiste en quedarse quieto hasta que su dueño le indique lo contrario.

Lo que no debemos hacer

Recuerde que su perro es su amigo y compañero. No hay necesidad de maltratarlo ni ser demasiado severo con el animal para que este aprenda a comportarse adecuadamente, tal como recomiendan algunas personas. Castigos como empujarlo con rudeza o pegarle en la cabeza con un periódico son contraproducentes. Al enseñarle el comportamiento aceptable y recompensarlo por llevarlo a cabo, se convierte en el líder justo y humano que necesita cada perro.
 
 
 

Esta entrada tiene un comentario

  1. Anónimo

    Muy interesante. Conseguir que un perro se controlo cuando suena el timbre de la puerta es dificil.

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