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5 errores de entrenamiento que probablemente estemos haciendo con el perro

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¿Te sientes continuamente frustrado con tus esfuerzos para entrenar a tu perro? ¿Cuando le pides a tu perro hacer algo, solo se pone a correr alrededor como un animal loco o simplemente se sienta allí, mirandote con una expresión confusa en su cara? Antes de pensar mal acerca de la inteligencia de tu perro, es posible que antes debas analizar lo que estás haciendo en el entrenamiento. Podrías estar cometiendo uno de estos errores comunes de entrenamiento.
 

Error # 1: Dependencia de las recompensas

¿El perro solo se comporta como queremos cuando tenemos golosinas en la mano? Es posible que le hayas enseñado esto de forma accidental. El uso de golosinas u otras formas de recompensas para conseguir el comportamiento deseado puede ser una forma efectiva de entrenar, pero es importante asegurarse de dejar de usar la recompensa como motivación rápidamente una vez que el perro entiende el comportamiento. De lo contrario, tanto el perro como el dueño se volverán dependientes de la recompensa para conseguir un comportamiento específico.

Por ejemplo, digamos que tienes una golosina en la mano y la utilizas como recompensa, moviéndola lentamente frente a los ojos de tu perro y hacia la parte posterior de su cabeza. El perro sigue la golosina y se sienta, y le das la golosina como premio. ¡Excelente! Si sigues haciendo esto, sin embargo, el perro puede terminar esperando para ver si hay una golosina en la mano antes de responder. En su lugar, después de unas pocas repeticiones exitosas, utiliza el mismo movimiento exacto de la mano sin la recompensa. Por supuesto que acá no estás engañando al perro. Gracias a su olfato el perro puede oler que no hay una golosina en la mano. Simplemente estás enseñándole una señal con la mano. Así que utiliza una mano vacía con el mismo movimiento exacto. Una vez que el perro se sienta, le puedes dar la golosina. 

Error # 2: Saltarse pasos

Los perros aprenden gradualmente, en pequeños pasos. Muchos dueños de mascotas cometen el error de saltar demasiado lejos en sus objetivos con la expectativa de que los perros serán capaces de seguirlos. Por ejemplo, digamos que entrenas a tu perro a venir cuando lo llamas mediante el uso de una correa de seis pies. Un día, tu perro se escapa de la casa y lo llamas para que regrese. Pero el perro sigue corriendo y comienza un juego de persecución frustrante.

En este caso has practicado la llamada con correa en una sesión de entrenamiento controlado, pero sin añadir pasos de transición, no puedes esperar que el perro regrese cuando se le llama en los momentos en que está sin correa y sin límites. Deberás agregar pasos intermedios a su entrenamiento – usa una correa más larga, entrénalo en diferentes lugares e incluye distracciones. Cada vez que enseñas algo, rompe el comportamiento en pequeños pasos para un mayor éxito.

Error # 3: Dar demasiadas señales o mezclar las señales

Una de las cosas más difíciles para las personas poco experimentadas en el entrenamiento de perros es dar una señal de una sola vez. Realizar la misma señal varias veces está muy bien, a menos que quieras que tu perro aprenda a responder de inmediato a la primera señal. Si entrenas al perro repitiendo varias veces la misma señal/comando, entonces el animal aprenderá que dices las cosas una y otra vez antes de esperar una respuesta.
 

Para evitar esto, en primer lugar, enseña a tu perro el comportamiento (ver error # 1 para saber cómo utilizar correctamente una recompensa para tratar de lograr esto), y a continuación añade la señal. Dilo una vez, y se paciente – dale a tu perro un minuto para responder. Si actúa confundido o simplemente no realiza la acción deseada, vuelve atrás y practica el comportamiento un poco más antes de intentar y agregar la señal verbal.

Hay otra forma común en que podrías estar confundiendo a tu perro. Los perros son muy atentos a tu comportamiento y el lenguaje corporal. Miran tus manos, tus pies, tu cuerpo entero. Prestan más atención a tus movimientos corporales que a tus instrucciones verbales. Esto significa que en realidad podrías estar enseñando a tu perro una señal diferente de la prevista. Por ejemplo, cuando estas enseñando al perro a venir cuando lo llamas, podrías estar inclinando un poco el cuerpo, por ejemplo. Un día, no te inclinas más, y cuando llamas al perro para que venga, el no lo hace. Él no está siendo terco, simplemente no recibió la misma señal que le enseñó originalmente.

Cuando entrenas a un perro, vigila tu lenguaje corporal. ¿Estás entrenando con claridad? Reduces al mínimo las señales? ¿Utilizas las mismas señales cada vez? Si no es así, podrías estar confundiendo al perro.

Error # 4: Recompensar accidentalmente comportamientos que no deseas

¿Estás dando señales mezcladas a tu perro? ¿Dejas que salte a veces sobre tí (o incluso promueves este comportamiento) pero en otras ocasiones regañas al perro por hacer esto mismo? ¿Tratas de entrenarlo a que camine bien con la correa, pero dejas que te jale en otras ocasiones? Si es así, en realidad estas «recompensando» un comportamiento que no te gusta, lo que significa que el comportamiento va a continuar. Un perro no actuará consistentemente a menos que el dueño le de una dirección consistente.

Error # 5: Esperar que el perro se comporte como queramos sin importar lo qué está pasando alrededor de él 

Es muy humillante para muchos dueños de perros darse cuenta que no son siempre el centro de atención de sus perro. Para muchos puede llegar al borde del insulto cuando su perro lo ignora por completo para oler un parche de tierra. Pero esto es normal. Los perros pueden oler cosas que no podemos, oír cosas que no podemos. Hay mucha competencia en el ambiente para la atención de un perro.

Esto no significa que no puedas conseguir que tu perro te escuche a pesar de un ambiente de distracción. Sólo tienes que entrenarlo. Trabaja en ambientes tranquilos primero. A medida que el perro aprende, poco a poco aumenta las distracciones para que él aprenda a comportarse tal como esperamos a pesar de las tentaciones que le rodean.

Recuerda, los perros no nacen entendiendo nuestras expectativas. Tenemos que enseñarles lo que queremos. Entre mejor maestro seas, mejor estudiante será tu perro.

 

 


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