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Padecimientos más comunes de los peces rojos

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Enfermedades de los peces rojos

En este artículo vamos a hablar de los padecimientos más comunes de los peces rojos, los cuales sino son tratados o prevenidos por el propietario pueden causar la muerte del pez.

El objetivo de este artículo es explicar cuáles son las principales enfermedades de estos peces, que síntomas se deben buscar, cuáles son sus causas y que podemos hacer para solucionarlos. Con el tiempo, el dueño de una mascota, sea un perro o pez, es capaz de detectar cuando algo no está bien con el animal, aunque no sepa exactamente qué. La detección temprana de una enfermedad puede salvar la vida de un pez, y por eso es importante saber qué buscar.

Enfermedad de Ich o Punto blanco

Es un padecimiento ocasionado por un parásito protozoario denominado Ichthyophthiriusmultifiliis, el cual se propaga por todo el cuerpo del pez (la superficie), incluyendo las aletas. El cuerpo del pez se llena de puntos blancos.

Este parásito puede llegar al acuario a través de un pez nuevo o estar presente de forma latente. Por lo general, los acuarios están llenos de microorganismos, pero generalmente los peces se mantienen a salvo gracias a su sistema inmune. Sin embargo, cuando el pez sufre de estrés debido a una nutrición deficiente, mala calidad del agua u otros peces agresivos, termina por experimentar el debilitamiento de su sistema inmunitario, y esto los hace más vulnerables a las enfermedades.

Si se detecta la enfermedad, hay que dejar de darles de comer a los peces y subir la temperatura del agua hasta los 30 grados Celsius por un periodo de 48 horas. Con esto, se acelera el ciclo vital del parásito que termina por desaparecer. Cuando ya no se observan puntos blancos, se debe bajar la temperatura del agua de manera progresiva y reanudar la alimentación. Otra opción es utilizar los preparados comerciales que se venden para combatir la enfermedad, lo que puede ayudar a prevenir infecciones futuras.

Dado que los peces rojos son peces de agua fría, incrementarles la temperatura puede aumentar su grado de estrés. Por esta razón es importante controlar a los peces de cerca durante los días que dure el tratamiento. En algunos casos pueden subir a boquear a la superficie debido a que sienten calor, pero cuando se recupera la temperatura normal, los peces vuelven a su comportamiento normal.

Como indicamos anteriormente, la enfermedad puede llegar al acuario cuando traemos peces nuevos. Por eso, al seleccionar los peces rojos hay que estar atentos ante posibles síntomas de enfermedades. En este sentido, la persona debe confiar en su instinto, sobre todo cuando le parece que algo no anda bien con los peces que va a comprar. En otras palabras, si tiene dudas no los compre. Los peces rojos sanos tienen ojos transparentes, permanece con las aletas desplegadas y nada siempre con soltura. Si un pez presenta úlceras o se mueve con torpeza, no se debe adquirir bajo ninguna circunstancia (tampoco ningún otro pez del acuario). Si una tienda trata de venderle peces que están obviamente enfermos, lo mejor es buscar otro lugar para comprar peces.

Sanguijuelas

Son unos gusanos parásitos externos, los cuáles pueden ser vistos a simple vista, y que como tantas otras enfermedades de peces llegan a los acuarios con las adquisiciones de nuevos ejemplares. Estos parásitos se fijan a la piel del pez y son son bastantes, pueden ser eliminados de forma física.

Si se escoge la eliminación física, hay que sacar el pez del agua y tenerlo en un paño húmero y fino. Con unas pinzas, se toma el gusano por el extremo en que se une al pez y se desprende por medio de un tirón. Para evitar una infección, se recomienda aplicar mecronimina en la zona infectada. El tratamiento debe realizarse lo más rápido posible para no estresar al pez más de lo necesario. Si es posible contar con un ayudante, aún mejor.

En las tiendas es posible obtener consejos para la mejor manera de desinfectar el acuario con el fin de eliminar las sanguijuelas que se encuentren en etapa juvenil. Además, hay que revisar a los otros peces del acuario por un posible contagio no detectado.

Hidropesía

Es una enfermedad en la que el pez se hincha hasta el extremo que parece que va a explotar. Otra de las características típicas de la hidropesía es que ocasiona un erizamiento de las escamas de tal modo que el cuerpo del pez se asemeja a una piña.

Esta enfermedad puede ser ocasionada por un virus o una bacteria. De hecho, uno de los principales factores que pueden ocasionar hidropesía es la calidad del agua en el acuario. Por esto, se recomienda trasladar al pez enfermo a otro acuario en el cual el agua tenga las condiciones ideales. Así mismo, es una buena idea analizar con cuidado el agua del acuario y a los demás peces para determinar si hay algún otro ejemplar enfermo.

Peceras para cuarentena de peces

Algunos aficionados expertos recomiendan tener una pecera de cuarentena para tener los peces nuevos en observación antes de ponerlos definitivamente en el acuario con los demás peces.

A pesar de que puede sonar complicado (un principiante ya tiene bastante con el acuario principal), en realidad una pecera de cuarentena no es más que un pequeño acuario sin decoración ni aditamentos especiales, el cual tiene un filtro pequeño y económico. Esta pecera puede ser colocada en un lugar apartado y en el que no estorbe, como la bodega o el sótano por ejemplo.

De esta manera, cuando la persona compre un pez nuevo lo puede dejar en este acuario durante una o dos semanas, hasta que esté seguro de que el animal está sano y no hay peligro de que contagie a los peces del acuario comunitario con algún padecimiento.

Aunque puede parecer una precaución innecesaria, hay que recordar que un solo pez enfermo puede contagiar a todos los peces de un acuario y echar a perder la inversión de tiempo y dinero.

Padecimientos de la vejiga natatoria del pez

Si observamos un pez con problemas de flotabilidad, el cual, por ejemplo, está flotando boca arriba y cerca de la superficie sin estar muerto y/o además presenta movimientos torpes y no tiene síntomas externos de alguna enfermedad como las antes descritas, entonces lo más probable es que tenga una afección de la vejiga natatoria.

La vejiga natatoria es un órgano interno que se encuentra en la mayor parte de las especies de peces y que les permite controlar su flotabilidad. Para este fin, el pez regula la cantidad de gas en el interior, de acuerdo a sí desea ascender, descender o permanecer a la misma profundidad. Los peces de la familia de los tiburones carecen de vejiga natatoria y por esta razón tienen que estar en movimiento permanente para no hundirse y poder sobrevivir. Los tiburones deben moverse constantemente para que el agua oxigenada pase a través de sus branquias y puedan respirar. Los peces con vejigas natatorias no tienen esta desventaja.

Los peces rojos más exóticos por lo general son más sensibles que otras especies debido a las alteraciones en sus cuerpos. Existen diversos factores que pueden afectar negativamente la vejiga de estos peces, entre los cuáles podemos destacar: infecciones bacterianas, alteraciones genéticas y cambios extremos de temperatura. No obstante, la causa más habitual de padecimientos de la vejiga natatoria es una mala alimentación.

En la mayoría de los casos, las personas alimentan a sus peces solamente con alimentos en escamas. Así mismo, compran la comida menos costosa que pueden encontrar para economizarse el mantenimiento de sus mascotas.

Una dieta poco variada y que aporte pocos nutrientes pueden producir problemas intestinales en el pez y la vejiga natatoria puede verse afectada si ocurre un bloqueo intestinal. Si este es el caso, la solución es sencilla, solo hay que mejorar la alimentación del pez. Sin embargo, es importante asegurarse. Esto significa que el propietario debe comenzar analizando el agua para comprobar que esté en las condiciones adecuadas. Otra medida que puede aplicarse es hacer que los peces ayunen por 2-4 días, ya que esto permitirá que el pez limpie su organismo por sí mismo y que la vejiga natatoria vuelva a funcionar con normalidad. Después de que finaliza el periodo de ayuno, se puede comenzar a alimentar el pez con artemia. Una vez que el pez se cura y vuelve a la normalidad, el propietario debe seguir suministrándole una dieta sana y nutritiva.

Si al pasar el periodo de ayuno el pez no ha mejorado, probablemente padezca una afección congénita. Si este es el caso, no hay ninguna cura posible para el pez, y probablemente lo mejor sea sacrificarlo. Para sacrificar el pez, debe utilizarse el método más humanitario y no simplemente tirarlo al inodoro como hacen muchas personas. Un método simple e indoloro es congelar al pez, ya que el frío extremo baja progresivamente el metabolismo del animal hasta que entra en coma.

Otras enfermedades de los peces rojos

La mayor parte de las enfermedades de los peces se deben a condiciones pobres del agua. Este es el caso de los hongos, enfermedades bacterianas, podredumbre de aletas y otras.

También pueden ser afectados por una variedad de parásitos, incluyendo crustáceos que se adhieren a las branquias o la piel y varios tipos de gusanos, por ejemplo. Cuando esto sucede, lo más recomendable es acudir a un experto que sepa como tratar estos padecimientos.


 

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