El Akita

El Akita Inu

Historia del perro Akita

El Akita es una antigua raza de perros originaria de las regiones montañosas del norte de Japón. Existen dos variedades separadas del Akita: una variedad japonesa conocida como Akita Inu o «Akita japones»; y una variedad de Estados Unidos conocida simplemente como Akita o «Akita Americano». El Akita Inu viene en una menor variedad de colores, mientras que la variante americana viene en todos los colores comunes de los perros.

La historia japonesa, tanto verbal como escrita. describe a los ancestros del Akita, los perros Matagi como una de las razas más antiguas. El Akita actual se desarrolló primariamente en la región más septentrional de la isla de Honshu, en la prefectura de Akita, proporcionando así el nombre de la raza. El Matagi era utilizado en la cacería de animales como jabalíes salvajes, ciervos Sika y osos negros asiáticos. Esta raza precursora rastreaba a las presas grandes y las mantenía entretenidas hasta que llegaban los cazadores para realizar la matanza. La raza también se vio influenciada por los cruces con las razas más grandes de Asia y Europa, incluyendo mastines ingleses, Gran Danés, San Bernardo y el Tosa Inu,  debido al interés de desarrollar un perro de pelea para la floreciente industria de  peleas de perros en Odate a inicios del siglo 20.

En la II Guerra Mundial el Akita también fue cruzado con el Pastor Alemán en un intento de salvarlos de la orden del gobierno de sacrificar todos los perros no militares en tiempos de guerra.

Apariencia física

La apariencia del Akita refleja adaptaciones al clima frío que resultan esenciales para su función original. Las características físicas de este perro incluyen una cabeza parecida a la de un oso con orejas erguidas y triangulares, las cuales estan colocadas en un angulo ligero siguiendo el arco del cuello. Además, los ojos de estos perros son pequeños, oscuros, profundos y de forma triangular. Los Akitas tienen pelaje de doble capa y patas similares a los de un gato, bien apretados y con dedos arqueados. La cola es gruesa y llevada sobre la espalda en un rizo suave o doblado sobre el lomo.

En el caso de los Akitas Americanos, por lo general los machos miden entre 66 y 71 cm de altura hasta la cruz y pesan entre 45 y 59 kilogramos. Por su parte las hembras suelen medir entre 61 y 66 cm hasta la cruza y pesan entre 32 y 45 kilogramos. El Akita Inu, tal como lo define el estándar de la raza, es un poco mas pequeño y ligero.

En cuanto a los colores del pelaje, el estándar acepta el blanco, todos los tipos de atigrado, mascara negra o blanca en la cara e incluso diferentes coloraciones debajo de la capa superior. Esto incluye el patrón común de coloración Shiba Inu conocido como Urajiro.

El Akita de estilo japonés cuentan con un estándar más restringido que acepta los siguientes colores: rojo, leonado, sésamo, atigrado, blanco puro y pelo blancuzco a los lados del hocico, en las mejillas, en la parte inferior de la mandíbula, el cuello, el pecho, el cuerpo y la cola y en la parte interior de las piernas (Ujairo).

Temperamento

Los Akita son perros alertas y muy seguros de si mismos. En términos generales son perros de cuido, aunque son silenciosos y tranquilos, ladran muy poco y cuando lo hacen es por un buen motivo, lo que es una virtud a tomar en cuenta. Es un perro digno, valiente y con autocontrol. Cuenta con un fuerte instinto de protección y caza. A pesar de esto, una de sus características más notables es su fidelidad, y pueden ser fieles a sus amos hasta su muerte, tal como lo demuestra la siguiente historia:
“El profesor Eizaburo Ueno, residente de Tokio, adquirió un Akita. El profesor siempre tomaba el tren para ir a trabajar. Por la mañana, Hachiko, su Akita, le acompañaba hasta la estación. Por la tarde Hachiko volvía a la estación para esperar a su amo que regresaba en el tren de la tarde, acompañándolo de vuelta a la casa. Un día, el 25 de mayo de 1925, el profesor no volvió a la estación dónde le esperaba su fiel amigo porque sufrió una trombosis fatal en el trabajo. Hachiko permitió ser atendido por los familiares del profesor pero todas las tardes, hasta el 8 de marzo de 1934 que murió, fue a la estación a esperar el tren de la tarde. El perro Hachiko tenía once años y cuatro meses cuando se murió. En la estación, Shibyuo Station, se edificó una estatua en honor a la lealtad de Hachiko.”
Por lo general es un buen compañero para niños y ancianos ya que no es propenso a los nerviosismos y a las malacrianzas. También es un buen  perro de compañía ya que es cariñoso y paciente con todos los miembros, incluyendo los niños. Sin embargo, una de sus desventajas es que puede ser agresivo con otros perros. Es un animal independiente y con carácter, y por lo tanto se recomienda su adiestramiento en obediencia desde pequeño. Requiere de autoridad y de una mano firme ya que es fuerte e impetuoso.

Problemas de salud y esperanza de vida

Aunque los akita son perros robustos y fuertes, la raza presenta tendencia a desarrollar ciertas enfermedades. Algunos problemas de salud frecuentes entre los akita son: displasia de cadera, disfunciones de la glándula tiroides, patologías del sistema inmunológico y problemas en las rodillas.

A pesar de su tamaño, el akita no necesita ejercicio extremo, sino solamente moderado. Por eso, puede adecuarse a vivir en un departamento. Sin embargo, el ejercicio debe ser frecuente y regular, por lo que es importante proporcionarle suficiente ejercicio físico y mental. Aunque el akita puede adecuarse a vivir en un departamento, es preferible que cuente con un jardín o patio para poder correr. Los paseos diarios son una necesidad para esta raza, aún si se cuenta con un jardín.

El cuidado del pelo requiere de tiempo y dedicación. El akita pierde pelo dos veces al año y, cuando esto ocurre, pierde pelo en cantidades considerables. Aunque esta raza no necesita cortes de pelo, sí requiere cepillado frecuente.

Aunque es una raza fuerte y robusta, tiene cierta tendencia a desarrollar varias enfermedades. Algunos de los problemas de salud más comunes en los Akita son: problemas en las rodillas, displasia de cadera, enfermedades del sistema inmune y disfunciones de la glándula tiroídes.

Tienen una esperanza de vida de 10-12 años.

Cuidados específicos

El Akita necesita de ejercicio moderado y no extremo como otras razas de perros grandes. Esto le permite adaptarse sin problemas a la vida en los apartamentos. No obstante, el dueño debe procurar brindarle ejercicio frecuente y regular, de tal manera que el perro tenga suficiente ejercitación física y mental. De preferencia, el Akita debe contar con un jardín o patio suficientemente amplio para que pueda correr y jugar. Sin embargo, aunque tenga jardín, los paseos diarios son una necesidad para esta raza por lo que el dueño debe sacar el tiempo para sacar a pasear al perro al menos una vez al día.
Los Akita cambian el pelo dos veces al año y cuando esto sucede, la pérdida de pelo es considerable. Aunque no se necesitan cortes de pelo, si se requiere cepillado constante. En otras palabras, el dueño tendrá que dedicar tiempo al cuidado del pelo.

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