Casi todos los animales que viven en un grupo van a establecer una jerarquía para ayudar a regular las relaciones entre los individuos, lo que ayuda a mantener el orden dentro del grupo. Los perros no son diferentes, sino que necesitan una jerarquía de grupo conjunta para que se sientan seguros y estables. Los perros miran a su líder del grupo para saber cómo reaccionar ante situaciones y se comportan, sin un líder sólido el grupo va a dirigir y orientar las que a menudo se comportan de una manera que es inaceptable para la sociedad.
Idealmente, el alfa humano en el hogar será el líder de la manada y todos los otros seres humanos serán más altos en la jerarquía de la manada que el perro, pero por desgracia, a menudo esto no sucede. Los perros que no son de muy buen carácter y más bien tienden a ser fuertes y dominantes, y los perros que viven en los hogares con personas que no saben cómo ser un líder de la manada se harán cargo del papel de ellos mismos.
Cuando un perro es el líder de la manada, muchos problemas humanos surgen, el perro va a hacer caso omiso de órdenes, puede proteger los alimentos y juguetes, se vuelven agresivos o sobre protectores, y podría llegar a ser peligroso. Un buen comportamiento de perros obedientes tienen a ser líderes sólidos de carga y manifestando mucho respeto. Dependiendo de la raza y el temperamento del perro en particular, llegar a ser y permanecer como el líder de la manada puede ser muy fácil o puede implicar un montón de trabajo. Razas como los pastores alemanes, rottweilers, mastines y otros fuertes perros de trabajo, necesitan los dueños experimentados que saben cómo ser líderes sólidos de carga. Estos perros se harán cargo del papel si no sienten que su propietario tiene el control, a menudo estas razas pondrán a prueba a su propietario durante toda su vida.
Razas como el Cocker Spaniel, Bichón Frisé, Beagles y otras razas suaves tienden a aceptar alegremente a su lugar en la manada y por lo general no empujan para convertirse en líder de la manada.
