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La coprofagia canina

 
La coprofagía en los perros es un comportamiento que se ha estudiado y tratado extensamente. Probablemente este tema tiene la distinción de ser uno de los problemas sobre los que más se ha publicado en relación al comportamiento canino aunque en realidad no es tan grave como muchas personas pueden pensar ya que en la mayoría de los casos termina desapareciendo por si mismo. A continuación vamos a explicar algunas razones por las cuáles no debemos alarmarnos cuando nuestros perros comienzan a comerse sus propias heces.
Si observamos que un perro se come sus propias heces, no debemos preocuparnos al menos al inicio ya que la coprofagía es a la vez un comportamiento canino normal y común, e inofensivo. Si el perro ingiere las heces de otros perros o animales, se puede correr el riesgo de contraer un parásito o virus del «donante». Sin embargo, si la coprofagía se está produciendo entre los propios animales del dueño, hay poco peligro todo el tiempo que se mantengan estos sanos y se les proporcione las vacunas necesarias y la medicación en contra del gusano del corazón(La única excepción puede ser en los cachorros jóvenes que aún no han adquirido inmunidad total en contra de las enfermedades más comunes de los perros a través de las vacunas.) 

En la mayoría de los casos, el comportamiento con el tiempo se detiene por sí solo después de varias semanas o meses. Se observa con mayor frecuencia en las crías entre los 4-9 meses de edad, que a menudo superan el comportamiento sin intervención. Como cuestión de hecho, con los perros de todas las edades, la intervención temprana es más probable aumentar y mantener la conducta que eliminarlo. 
 
Para los perros con coprofagía a corto plazo (digamos, menos de 6 meses), simplemente se debe ignorar el comportamiento al tomar algunos pasos para manejar y evitar que sea reforzado. Recordemos que muchos casos sostenidos de coprofagía son causados ​​por el refuerzo involuntario del dueño al desear que el perro deje de practicar esta conducta. 
En algunos casos, hay perros que sin embargo, parecen desarrollar coprofagía como un comportamiento a largo plazo que no llega a disminuir durante muchos meses o años. Estos perros sí requieren una intervención o condicionamiento conductual de parte del dueño para eliminar esta conducta. 

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