Rabia canina

La rabia

La rabia animal está presente en todos los continentes del planeta a excepción de la Antártida. Es una enfermedad altamente peligrosa no solo para los perros sino también para los humanos que pueden morir de verse contagiados de esta enfermedad. Es por este motivo que es tan importante prevenir el contagio de la rabia en nuestras mascotas. Si protegemos a nuestros perros de la rabia también nos protegemos a nosotros mismos y a nuestra familia.
El principal vector y reservorio del virus de la rabia es el perro. Los animales salvajes pueden transmitirlo directamente al hombre al agredirlo o de manera indirecta contagiando a los animales domésticos. Muchos vectores salvajes pueden coexistir como es el caso en América del Norte. Sin embargo la mayoría de las personas y perros que se contagian de rabia lo hacen al ser mordidos por un perro enfermo.

En los países de América Latina junto con el perro, que continúa siendo el principal transmisor, el murciélago vampiro muy a menudo es fuente de contagio, sobre todo en áreas rurales. Igualmente los murciélagos insectívoros pueden ser una fuente de contagio en diversas partes del mundo, si bien no es tan común ya que no suelen morder al ser humano.
El virus de la rabia pertenece a la familia de los Rhabdoviridae y al género de los Lyssavirus. Se han identificado varias cepas del virus, entre las cuales destaca las de “rabia de calle”, también conocida como rabia salvaje y las cepas llamadas de “virus fijo”. Este microorganismo tiene una forma cilíndrica, similar a una bala de rifle. Es en sí muy simple ya que está formado por unas cuantas proteínas, una capa de fosfolípida y ARN. Para reproducirse emplea las células del animal contagiado, las cuales actúan como huésped y producen millones de virus antes de morir.
La principal forma de contagio es mediante la mordedura de un animal enfermo y también por medio de lamidos y arañazos. Se han dado casos de animales contagiados por trasplantes de cornea. Una vez en el organismo, el virus se transporta a través del cuerpo por medio del sistema nervioso, el cual también emplea para replicarse. Mediante las vías nerviosas el patógeno se desplaza hacia otros órganos.
La rabia es mortal en el 100% de los casos. Ataca el sistema nervioso, provocando encefalitis en los mamíferos. En los roedores se produce una forma paralitica mientras que en carnívoros como el perro se da una forma híper agresiva. En el ser humano la rabia produce ambos tipos de síntomas.
El tratamiento de la rabia en el hombre y en el perro reviste de una importancia capital y consiste principalmente de la vacunación, claro está si aun no se ha producido síntomas. El primer tratamiento antirrábico fue concebido por L. Pasteur en 1885, quien usó la médula de conejo infectado. Posteriormente las vacunas preparadas a partir de tejido cerebral han sufrido numerosas mejoras gracias a las investigaciones. Las vacunas contra la rabia de la actualidad, preparadas a partir de cultivos celulares se han hecho muy eficaces. No obstante hay que tomar en cuenta que los protocolos de tratamiento son diferentes para cada tipo de vacuna. En algunos casos, se combina la vacuna antirrábica con la sueroterapia para tratar perros que se sospecha pueden estar contagiados de rabia.
El tratamiento de la rabia una vez comienzan los síntomas no existe ya que cuando estos aparecen la evolución hacia la muerte no puede ser detenida. La muerte toma de algunos días a varias semanas, de acuerdo a las posibilidades de tratamiento de los síntomas.
Sin embargo si se vacuna a un animal o persona antes de que se desarrolle la enfermedad hay grandes posibilidades de evitar que se produzcan los síntomas y el afectado sobreviva. De hecho se recomienda que un perro que sea mordido por otro sea vacunado ante la duda para evitar un posible contagio.
El combate contra la rabia, incluye la eliminación del vector canino, mediante la vacunación de los perros callejeros y los perros con hogar. En ocasiones se hace necesario eliminar animales callejeros que puedan estar propagando la enfermedad. Actualmente se realizan pruebas para medir la eficacia de vacunas antirrábicas que pueden ser suministradas vía oral.
Además de los perros, los gatos son igualmente vectores a tener en cuenta, lo cual en caso de que su perro sea mordido por un animal de estos, lo más sensato es llevarlo al veterinario y de ser necesario vacunarlo contra el virus de la rabia. En los países donde hay epidemia de rabia, se aplica la cuarentena.

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