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Parvovirus canino

El parvovirus canino
La parvovirosis canina es una enfermedad que consiste en una enteritis aguda que es muy contagiosa. Afecta los intestinos del perro rápidamente y en forma progresiva y usualmente es fatal para el perro.
Esta enfermedad altamente contagiosa es producida por un parvovirus tipo 2, el cual para su reproducción requiere de las células del intestino, del tejido linfático y de la medula ósea. Este virus es capaz de sobrevivir y conservar su capacidad de enfermar al perro por muchos meses en el ambiente, ya sea en las heces del perro infectado como en sus vómitos.

Es una enfermedad viral altamente contagiosa ocasionada por un parvovirus tipo 2, estos virus requieren de células de rápida división del intestino, médula ósea y tejidos linfoides. Además, este virus puede sobrevivir y permanecer infectante por muchos meses en el ambiente ya sea en los restos de los vómitos del perro infectado como en sus heces. Por este motivo se debe emplear blanqueador casero u otro desinfectante poderoso para limpiar el área donde se encuentra un perro enfermo, por lo que es importante que la exposición a este desinfectante sea prolongada y completa para así evitar que otros animales adquieran el virus o el perro enfermo se vuelvan a contagiar después de haberse curado.
La infección ocurre cuando un perro sano entra en contacto con las heces de un animal enfermo ya que durante la enfermedad, cantidades masivas de parvovirus se eliminan en las heces de perros infectados. Estos virus penetran en animales sanos cuando estos ponen sus bocas en contacto con los restos de esas heces, por la costumbre que tienen los perros de olerlas. Hay que recordar que los perros emplean sus hocicos para explorar el mundo que los rodea por lo cual los frotan constantemente contra el suelo.
Esta enfermedad puede afectar a perros de cualquier edad, sin embargo los cachorros cuya edad están entre el destete y los seis meses son los más vulnerables. Al parecer hay algunas razas que son más propensas a contraer la enfermedad, sin embargo no se puede afirmar que esto sea una regla. Los cachorros también pueden adquirir el parvovirus cuando están en el útero de la madre si esta está enferma o se expuso al virus.

Síntomas de la enfermedad

Una vez adquirido el virus, la reproducción se inicia en el tejido linfático de la faringe y en los ganglios linfáticos del mesenterio y el timo. Posteriormente se expande al intestino delgado por medio del torrente sanguíneo que le sirve al virus como medio de transporte.
La replicación del virus se inicia en el tejido linfoide de la oro faringe, ganglios linfáticos mesentéricos y timo, y se disemina a las criptas intestinales del intestino delgado por medio del torrente sanguíneo que emplea el virus como medio de transporte. Una vez desarrollada la enfermedad suele presentar los siguientes síntomas:
  • El animal presenta falta de apetito, depresión y fiebre intensa.
  • Vómito y deshidratación progresiva.
  • Las heces adquieren un color amarillo grisáceo con estrías oscuras por la presencia de sangre.
  • Diarrea líquida de tipo hemorrágico con sangre.
  • Los cachorros infectados en el útero de la madre, desarrollan miocarditis.
  • En el caso de cachorros infectados en el útero se presenta miocarditis.
A partir del tercer o cuarto día de contagio, el perro presenta signos de fiebre ocasionados por la diseminación del patógeno a través del organismo. Posteriormente, del sexto al decimo día, se presentan otros síntomas más evidentes y el virus empieza a ser eliminado del cuerpo del perro a través de sus heces, a partir del catorceavo día.
Normalmente esta enfermedad no deja secuelas, sin embargo en ocasiones, al ser una enfermedad aguda y bastante dañina con el epitelio del intestino del perro, existen posibilidades de que un animal que ha sobrevivido a ella quede con trastornos digestivos serios.
Para diagnosticar la enfermedad, primeramente se debe sospechar de perros jóvenes que presentan vomito agudo y diarrea junto con una depresión poco común, además de otros síntomas como fiebre fuerte, sobre todo si ha habido una posible exposición a animales infectados o a lugares donde estos han estado. De todas formas, el médico veterinario deberá ser muy cuidadoso en la elaboración de la historia clínica del perro. Con el fin de establecer un diagnóstico definitivo, es importante realizar una prueba serológica de las heces, ya que el virus se encuentra en cantidades masivas en estas.

Prevención del Parvovirus

De la misma forma que con el moquillo, el parvovirus se puede evitar con un buen plan de vacunación en los cachorros de forma tal que se elimine o disminuya el riesgo de una infección. Esta enfermedad se transmite por medio de heces y vómitos contaminados, lo cual facilita el contagio ya que los cachorros se dedican a conocer su mundo por medio del olor.
Los dueños de animales infectados deben tener cuidado para evitar que su perro enfermo contamine el entorno, por lo cual lo más sensato es separarlo y aislarlo para evitar que transmita la enfermedad a otros canes. Además, el área donde ha estado un perro enfermo debe ser cuidadosamente desinfectada. El parvovirus no afecta al hombre.

 

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