El aseo básico del perro

aseo del perro
Como la mayoría de los animales, los perros por naturaleza tratan de mantenerse limpios para lo cual se asean revolcándose en el suelo, mordiendo el pelo enredado y lamiéndose el pelaje sucio. Lamentablemente esto no es suficiente por lo cual el perro termina impregnado de olores desagradables para las persona, por lo cual a veces es necesario brindarle un baño para que este realmente limpio.
Para esto se debe considerar primero, el tipo de pelaje para poder limpiarlo de la forma más adecuada. Debido a la enorme variedad de razas de perros que existe en la actualidad, hay un sinfín de tipos de pelajes que requieren cuidados distintos. Esta gama de pelajes ha ido cambiando con el paso del tiempo de acuerdo a la función de cada raza y a la moda. Por ejemplo, los pelajes largos y espesos servían para proteger al perro del frío en países con un clima helado mientras que en la actualidad sirven a fines más que todo estéticos en exposiciones caninas.
Ahora bien, con el baño y el aseo periódico del perro se busca conservar la salud de la piel, el pelo, las uñas, los dientes y las encías del can. Por esto se busca desarrollar una rutina de aseo tanto diaria como semanal la cual se debe respetar en la medida de lo posible. Esta rutina debe incluir la inspección semanal cuidadosa de orejas, ojos y dientes. Por su parte las razas como el shar pei y similares que tienen pliegues en la piel deben ser examinados con detenimiento en esas áreas.

La revisión de la orejas debe buscar que estas queden libres de suciedad y cera. Además deben verse limpias y no presentar ningún tipo de mal olor. En caso de que haya que limpiarlas lo mejor es usar una bola de algodón humedecida, nunca se debe introducir un hisopo. La limpieza debe efectuarse manteniendo la oreja abierta con una mano mientras que con la otra se procede a limpiar la cara interna de la oreja usando el algodón húmedo. Eso sí, se debe evitar en lo posible hurgar dentro del oído del perro, ya que es una zona muy delicada y sin querer la puede dañar y causar dolor al animal. Si quiere limpiar esta parte, lleve al perro al veterinario para que le aplique una solución limpiadora.

Con respecto a los ojos, verifique que estén limpios y libres de cualquier tipo de secreción. Para mantenerlos aseados proceda a limpiar el contorno de los ojos empleando un pedazo de algodón húmedo. En caso de que detecte inflamación o secreción constante, debe consultar a su médico veterinario.
Cuando se encuentre revisando la piel del perro busque cualquier signo de enfermedad, heridas y suciedad. La piel de la cara debe ser limpiada periódicamente para lo cual se puede usar algodón humedecido. De esta forma se evita que los pliegues en la piel acumulen bacterias, hongos, suciedad y piel muerta que pueden producir irritaciones e infecciones que luego son costosas a la hora de ser tratadas medicamente.
Las encías y dientes del perro deben ser examinados una vez a la semana para verificar que no hay sarro o signos de infección que son los precursores de la gingivitis y otros padecimientos que causan la caída de piezas dentales. Si quiere limpiar los dientes de su perro, emplee un cepillo suave y una solución de agua con sal o pasta dental para perros (no emplee nunca la pasta dental para humanos). Esta pasta la puede adquirir en cualquier veterinaria o tienda de mascotas.
Si se están revisando las patas del can, hay que inspeccionar sobre todo la zona entre los dedos para buscar si hay suciedad, en cuyo caso se debe limpiar con un pedazo de algodón húmedo. Las uñas por su parte, deben mantenerse cortas y si se tienen que recortar hay que hacerlo con mucho cuidado sobre todo con la parte interior en donde se localizan nervios y vasos sanguíneos. En caso de que hayan durezas en las uñas se pueden eliminar con una lima. Si tiene alguna duda acerca de cómo y dónde cortar, debe pedir asesoramiento en una veterinaria o en una estética para perros.
La rutina de aseo es vital para que nuestro perro se mantenga sano y con buen aspecto ante los demás. Nunca se debe descuidar el baño y otros cuidados, los cuales deben ser realizados de manera adecuada para que no se conviertan en una experiencia desagradable para el perro, de tal modo que se resista. El perro debe aprender a aceptar la rutina de aseo y a no resistirse a ella de tal modo que no se convierta en una batalla constante entre el dueño y la mascota.
Esta rutina también debe incluir el cepillado constante para mantener el pelaje limpio y sano lo cual es importante tanto por salud como por estética.

Deja una respuesta