Los loros son animales que necesitan de amor y afecto constante y de hecho de ellos depende que tengan una buena relación con sus dueños. Desde el momento que el loro es un polluelo acaricielo constantemente, sosténgalo contra su cuerpo y abrácelo. Háblele con suavidad y con calma y toque las diferentes partes de su cuerpo, como sus alas, sus patas, su espalda y la cabeza de manera tal que se habitué al contacto con usted. Aún las especies de loros que tienen fama de que no les gusta ser tocadas, como el loro gris africano, pueden ser acariciadas, siempre y cuando se los trate de forma adecuada.
En caso de que su loro sea frío o miedoso, y usted se siente un poco nervioso de hacer contacto físico por temor a un picotazo, háblele constantemente con una voz tranquila y suave. Use palabras amables y no lo presione. Deje que el ave vaya tomando confianza poco a poco y hágale sentir que le tiene respeto y cariño. Con el tiempo, el loro se irá acostumbrando a usted e irá perdiendo el recelo con lo cual serán más unidos.
