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Los Loros o Psitácidos

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Loros y sus especies
En realidad loro es el nombre común con el que se designan unas 340 especies de aves cuyo plumaje presenta un hermoso colorido y que incluyen entre otros, diversas aves como los guacamayos, las loras propiamente dichas, las cacatúas, los pericos, los agapornis y otros. El grupo de los loros es bastante homogéneo e incluye aves cuyas características no se pueden confundir con las de otros tipos de pájaros, a pesar de lo cual presentan gran diversidad en cuanto a tamaños y colorido del plumaje. 
Algunas especies alcanzan un tamaño máximo de 8 centímetros mientras que otras llegan a ser bastante grandes, llegando al metro de longitud. Si bien en la mayoría de los casos son de color verde, como los loros de Suramérica y Centroamérica, también los hay de tonalidades azules, rojos y amarillos. 


Entre las especies que más llaman la atención de la gente, están los loros arcoíris, los de cabeza azul, los de pecho amarillo-rojizo, los de dorso verde y las cacatúas que normalmente son de color blanco o negro con toques amarillos, rosa o rojo. Una de las características más distintivas de los loros es su pico curvo, fuerte y con forma de gancho el cual usan para alimentarse y para treparse y moverse por las ramas de los arboles. 


Sus alas generalmente son cortas y de forma redondeada mientras que la cola es muy larga. Bien cuidadas, estas aves son fáciles de domesticas y se convierten en mascotas muy buenas, sumamente cariñosas e inteligentes, capaces de desarrollar fuertes lazos con sus dueños. Los dedos de sus patas presentan una disposición cigodactila, lo cual significa que dos dedos están dirigidos hacia adelante mientras que los otros dos dedos están orientados hacia atrás. 


Esto hace que caminen torpemente por el suelo pero les permite ser excelentes trepadoras para lo cual emplean su pico en forma de garfio como apoyo para moverse por las ramas. En cuanto a su alimentación, les gustan las semillas, los frutos y vegetales de diversos tipos. Los loros habitan principalmente las regiones tropicales del planeta si bien algunas especies llegan a vivir en las zonas templadas de los hemisferios norte y sur como es el caso del Kea de Nueva Zelanda que vive en un área cuyo clima puede ser bastante frío.


Las zonas donde existe mayor diversidad de loros son la cuenca del Amazonas, Nueva Guinea, Australia e islas adyacentes. Por otro lado en África y en el interior de Asia viven en realidad pocas especies. Son aves bastante sociables que forman grupos muy grandes en los cuales los individuos llegan a formar lazos muy estrechos. En la mayoría de los casos, los loros habitan las regiones tropicales, sobre todo las grandes selvas y bosques en donde el clima es cálido. Suelen ser monógamos y forman parejas de por vida, eligiendo otra pareja únicamente cuando el macho o la hembra fallecen por cualquier causa. 


Los loros suelen anidar en los agujeros de grandes árboles, si bien algunas especies emplean los termiteros, túneles que construyen en terraplenes y grietas en las rocas. Otras especies, como la cotorra gris de Argentina, también conocida como cotorra monje, forma un gran nido con palos sobre la copa de los árboles o sobre las grandes palmeras. Si bien esta especie nidifica en grandes nidos comunales, la mayoría de los loros hacen sus nidos y crían sus polluelos por parejas, cada una por aparte. 


Las hembras de los loros llegan a poner entre dos y cinco huevos y las crías llegan a nacer desnudad y ciegas, poco desarrolladas y totalmente dependientes de sus padres. Una de las cualidades de los loros que los hacen más atractivos para las personas es su capacidad para imitar el habla humana gracias a la forma de su lengua carnosa. A diferencia de otras aves, el loro tiene una lengua redondeada, carnosa y bastante movible la cual emplean para extraer granos y semillas, que es una de sus principales alimentos junto con las frutas, las hojas y los vegetales. 


También suelen alimentarse de raíces, tubérculos y yemas. Algunas especies consumen miel, secreciones de los arboles, insectos, lombrices y similares. Su alimentación los provee mucha de la humedad que necesitan, por lo cual sus necesidades en cuanto al agua son mínimas. Las especies de mayor tamaño tienen el gran atractivo de poder imitar palabras y frases del habla humana. Incluso hay individuos capaces de silbar una tonada o una melodía. 


Algunos loros son verdaderos artísticas y tienen la capacidad de aprender a imitar un vocabulario bastante amplio que incluye frases enteras. Con respecto al habla en los loros, hay que entender que estos son grandes imitadores, pero en realidad no entienden lo que están diciendo. Tienen una gran memoria y capacidad de asociación, por lo cual aprenden que sonidos deben emitir cuando tienen hambre o cuando quieren que alguien se les acerque. Sin embargo, no saben realmente el significado real de lo que están imitando. Muchos dueños invierten horas tratando de que sus loros aprendan toda clase de palabras y sonidos y en algunos casos es sorprendente comprobar todo lo que pueden aprender estas aves. 


A pesar de ser bastante inteligentes, las dotes mentales de los loros no resultan suficientes para llegar a comprender realmente el significado de las palabras. Se puede afirmar en este caso, que el habla en los loros es un producto de un condicionamiento o asociación, es decir de la más sencilla actividad mental para la cual el pensamiento lógico o racional no constituye un elemento que resulte necesario. No obstante, todo lo referente a la inteligencia animal es objeto de debate ya que algunos expertos afirman que en realidad esta ha sido sumamente subestimada por los científicos y que en realidad los animales son más inteligentes de lo que pensamos. 


De acuerdo a la experiencia de los fanáticos de estas aves, el mejor imitador es el loro gris africano, un ave de unos 30 centímetros de longitud con un plumaje de color gris a excepción de la cola, que tiene una coloración roja. Algunos estudios parecen indicar que esta especie de loro demuestra tener un nivel de inteligencia que se puede comparar al de los primates y los delfines. Actualmente uno de los mayores peligros para los loros es el comercio de aves de jaulas y la destrucción constante de su hábitat lo que ha ocasionado que muchas especies estén en la lista de especies amenazadas.


Por este motivo en la mayor parte de los países, la captura, importación y exportación de loros está regulada de forma estricta, lo cual no impide que cada año miles de estos pájaros sean enviados a Estados Unidos y Europa de forma legal e ilegal para ser vendidas como mascotas. Las condiciones en que viajan estos pobres animales son tan malas, que en muchos casos solo unos cuantos ejemplares sobreviven al viaje. Una posible solución a este grave problema es la comercialización exclusiva de aquellas especies que se han criado en cautiverio. Además, hay algunas especies cuyos ejemplares han escapado de sus dueños y han terminado por asilvestrarse en sus países adoptivos. 


Un caso de estos es el la cotorra de Kramer, un loro originario de Asia y África, el cual es de color verde y cuenta con una cola larga y un pico de color rojo. Hoy en día se puede encontrar en países de Europa como España, por lo cual podría empezar a criarse esta ave para ser vendida localmente como mascota en vez de importar animales silvestres de otros países. Muchas personas están tomando conciencia del daño que están sufriendo las poblaciones naturales de loros en sus países de origen, por lo cual están dirigiendo esfuerzos para ayudar a su preservación. 


Por ejemplo, en las Islas Canarias, en Tenerife existe el Parque de los Loros, en Puerto de la Cruz, un hermoso sitio cuyas tierras descienden hasta el océano Atlántico y cuenta con una espesa vegetación tropical en donde están protegidos más de tres mil ejemplares de pericos, cacatúas y papagayos. En este sitio, los visitantes pueden observar estas bellas aves en un ambiente muy similar al de sus hogares naturales. Muy cerca a este sitio, hay una reserva de aves que cuenta con más de 750 pajareras y constituye el corazón del parque, ya que en él se conservan algunas de las especies de loros más amenazadas, codiciadas y hermosas del mundo. 


Esta reserva nació gracias a los esfuerzos del alemán Wolfang kiessling, el cual inició su colección de loros a mediados de los años 70 y con el transcurso del tiempo se convirtió en un apasionado de estas hermosas aves. Su gran preocupación lo ha llevado a tratar de evitar que la deforestación y la cacería a gran escala, sigan diezmando las poblaciones naturales de loros. En este refugio varias personas se dedican de forma exclusiva al cuido los loros los cuales son alimentados dos veces al día con una mezcla de frutas, vegetales, una torta casera que les brinda proteínas y galletas. Así mismo, por las tardes se les alimenta con nueces y semillas de trigo fresco. 


Los veterinarios que trabajan para esta reserva, tienen a su disposición las mejores herramientas tecnológicas para cuidar mejor la salud de los loros. Por ejemplo, cuando un ave sufre una herida en un ala o en una pata, lo primero que se hace es anestesiarla para luego proceder a curar su herida. Entre las especies más notables de loros, se puede mencionar el Choroy, un ave exclusiva de Chile la cual hace sus nidos en los arboles y busca su alimento en el suelo del bosque, lo cual hace que ponga en peligro los cultivos de los campesinos y sea perseguido por estos. Este loro tiene un color verde brillante con una mancha de color rojo sobre el pecho. También hay loros muy hermosos que se localizan desde Venezuela y Ecuador hasta el norte de Argentina, entre los que se pueden mencionar el loro de los palos, el loro de cara roja, el loro de frente amarilla y el loro de cabeza negra entre otros. 


Hay loros que cuentan con una distribución más extensa, desde México hasta América Central e incluso Suramérica, como por ejemplo el guaro, el loro de penacho, el loro real, el loro de casquete blanco y el loro choclero. En América Latina, la especie más meridional es el loro barranquero, el cual vive en las regiones andinas y de la Patagonia de Argentina y Chile. También se pueden mencionar, los pericos, loros de pequeño tamaño como la especie del litoral pacífico que habitan el sureste mexicano y que se extienden hasta Costa Rica. 


Entre este tipo de loro también destaca el llamado perico centroamericano. Por su parte el perico cordillerano o catita serrana habita en las montañas de hasta 4000 metros de altura mientras que el perico enano se ha adaptado a todo tipo de hábitats, por lo cual se le puede encontrar desde México hasta Argentina. Entre los loros más espectaculares, están los guacamayos, como el de color verde que es capaz de vivir en ambientes de hasta 2400 metros y se le encuentra desde el norte de México hasta la Argentina. 


También está el guacamayo de color rojo escarlata y el guacamayo azul, aves que destacan por su gran tamaño, bello plumaje y su gran cola. Por su parte las cotorras que cuentan con una cola más corta, cuentan con varias especies como la cotorra austral del sur de Chile y la Tierra del Fuego, la cotorra de color anaranjado y la cotorra de Puerto Rico que tiene una raya de color rojo enfrente de sus ojos. 


Los loros son aves muy sensibles e inteligentes, que pueden llegar a sufrir mucho los efectos del confinamiento y la falta de atención por parte de sus dueños. No son pocas las personas que adquieren estas aves simplemente por su valor ornamental y no les llegan a dedicar ni siquiera una fracción del tiempo que necesitan para que vivan con salud y bienestar. Estas aves no solo requieren comida y un lugar donde vivir, también necesita del afecto constante de las personas con las que viven.


Por este motivo, si una persona no puede darle el cuidado adecuado a una de estas aves, lo mejor es que se abstenga de adquirir un loro ya que lo único que hará es hacer sufrir a un pobre animal que no tiene la culpa de la crueldad e insensibilidad de los seres humanos que no somos consientes del sufrimiento que le podemos causar a nuestras mascotas simplemente por nuestro descuido. Si ya tenemos un loro en nuestros hogares, es nuestro deber brindarle las mejores condiciones de vida posibles, para que viva feliz y se convierta en el compañero que deseamos.

Características generales de los loros

Si hay una característica por la cual podemos reconocer un loro, es su fuerte pico, el cual se asemeja por su forma al de las aves de presa. No obstante el pico de los loros tiene una posición más elevada y es algo más corto y presenta una curvatura más pronunciada que el de las aves de presa. 


El pico de los loros cuenta con una estructura conocida como “cereo” ubicada en la base de la parte superior, en la cual están incluidos los orificios nasales. En la mayoría de las especies de loros, la mandíbula superior esta curvada como un garfio y cuenta con varias muescas o ranuras horizontales.


Estas muescas tienen una función dual, ya que permiten la retención de las semillas y a la vez hacen posible aguzar el reborde anterior de la mandíbula inferior. Debido a que el pico de los loros también sirve como elemento de ayuda para sujetar y trepar, la mandíbula superior suele ser sumamente móvil. La lengua de los loros es gruesa y carnosa, y en algunas especies está cubierta por un tipo de papilas fibrosas similares a un cepillo que le permiten al ave lamer néctares, secreciones de los árboles y zumos de frutas.


Otra característica típica de los loros son sus patas, la cuales presentan un tarso corto y robusto y cuatro dedos en su carnoso pie. De estos dedos, el primero y el cuarto se hallan orientados hacia atrás mientras que el segundo y el tercero están orientados hacia adelante, lo cual convierte a las patas de estas aves en un organismo prensil muy efectivo. Normalmente, los loros son aves muy sociables. 


Algunos incluso crían en colonia, si bien todas las especies son estrictamente monógamas lo cual para muchas personas constituye una característica que los hace bastante atractivo como un símbolo del amor de pareja. Sus nidos generalmente los construyen en los huecos de los arboles, de las rocas o del suelo, si bien algunas especies como el perico cuáquero o monje construyen nidos autónomos a cielo abierto en las ramas de los arboles como otras aves.


 En todas las especies de loros, los huevos son de color blanco. Todo el que ha tenido loros de cualquier especie, sabe que tienen una voz muy potente la cual dejan oír en forma de chillidos. De hecho, los loros de mayor tamaño pueden ser realmente ensordecedores y producen sonidos francamente desagradables. En cambio, algunas especies de dimensiones reducidas emiten sonidos que pueden ser agradables y sus suaves parloteos llegan a ser muy atractivos.  

El tamaño de los loros

Los loros suelen presentar tamaños muy diversos y es la principal diferencia entre las distintas especies. Si bien el tamaño promedio de los loros es de 40 centímetros, existen especies bastante pequeñas como los loros pigmeos cuya media es de 9 centímetros y las especies que llegan a alcanzar el metro de longitud.


El loro más pequeño del mundo solamente mide 8 centímetros y se denomina Micropsitta pusio harterti y constituye una subespecie de loro de cabeza amarilla que habita de forma natural en una isla de Papúa Nueva Guinea llamada isla Fergusson, la más grande de las islas que se encuentran en el área del mar de Salomón. Esta pequeña ave es de menor tamaño que la mayoría de las aves, siendo más pequeña que la mayoría de los pájaros que se pueden encontrar en Europa y otras partes del mundo. 


Es más pequeña incluso que el chochín, un ave de apenas 9.5 centímetros, el buitrón, con sus 10 centímetros de extensión y el reyezuelo listado, cuyo tamaño es similar al de la mayor parte de los loros pigmeos. El tamaño pequeño de los loros pigmeos en América solamente es sobrepasado por los colibríes y no por todos, ya que existen colibríes de hasta 23 centímetros de longitud, como en el caso del picaflor gigante (Patagonia gigas), el colibrí más grande del mundo y un gigante en su grupo. 


En el grupo de los loros, las diferencias de tamaños suelen ser muy marcadas por no decir exageradas. Por ejemplo, podemos comparar a los loros pigmeos de 10 centímetros de longitud y al guacamayo Jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), el loro más grande del mundo con una longitud de 1 metro, la cual es algo superior a la del águila real (Aquila crhysaetus) o el águila imperial (Aquila heliaca) y un poco menor a la del buitre leonado (Gysp fulvus), el ave quebrantahuesos y el cóndor de los Andes (Vultur gryphus). Otros tipos de loros de tamaño reducido si bien son de mayor tamaño que los loros pigmeos son los pericos. Entre estas aves, la especie más conocida a nivel mundial es la del perico australiano, que tiene una longitud de 19 centímetros. 


No obstante existen otras especies de pericos igualmente bellas e interesantes que son excelentes animales de compañía. Podemos mencionar por ejemplo el perico de Bourke, de igual longitud que el perico australiano y el perico multicolor o rosella que llega a medir hasta 30 centímetros. También tenemos al perico nocturno, similar al perico australiano aunque es algo mayor y con una cola más corta. Alcanza los 23 centímetros. 


Técnicamente hablando, los pericos son un tipo particular de cotorras los cuales pueden ser encontrados en gran variedad de tamaños y colores, ya que la variabilidad es una característica siempre presente entre los loros. No todas las especies de pericos son pequeñas, como las especies que estamos acostumbrados a ver. Por ejemplo, el perico terrestre es más grande que el perico australiano lo cual lo convierte en un ave de tamaño medio. 


Así mismo, hay algunos tipos de pericos o cotorras que llegan a ser relativamente grandes y a tener un aspecto majestuoso como es el caso de la cacatúa cuervo que llegan a alcanzar los 65 centímetros, es decir casi tan grande como la cotorra negra de las palmas o cotorra arará, la cotorra más grande del mundo que puede llegar a los 70 centímetros de longitud. Por su parte la cacatúa de moño amarillo y la cacatúa blanca suelen alcanzar los 50 centímetros mientras que la cacatúa carolina o ninfa no sobrepasa los 32 centímetros de largo a pesar de lo cual es bastante llamativa gracias a su plumaje de vistoso colorido.


También están los agapornis, que son loros de pequeño tamaño algo más grandes que los periquitos y cuya longitud media es de 15 a 16 centímetros. Entre lo agapornis tenemos al de cuello rojo o al de cabeza de melocotón, que con sus 16 centímetros es el agapornis mas conocido por ser el más fácil de criar en cautiverio. 


Otras dos especies de agapornis conocidas son el agapornis enmascarado de 15 centímetros y el agapornis de Fisher que es algo más pequeño que el anterior y tiene una estatura promedio de 14 centímetros. Uno de los agapornis más pequeños es el Liliana, cuyo tamaño es similar al de un perico pequeño. Los loros amazonas tienen un tamaño medio entre los pericos y los guacamayos ya que pueden alcanzar una longitud comprendida entre los 25 y los 43 centímetros. Entre estas especies tenemos el amazona de frente blanca, que es un loro pequeño dentro de este grupo y que mide unos 25 centímetros. Por su parte el amazona de frente amarilla y el loro amazona cabeza amarilla son bastante más grandes y su longitud ronda los 35 centímetros. 


El loro amazona de frente azul es algo mayor que el amazona de frente amarilla ya que llega a los 37 centímetros. Sin embargo, uno de los amazonas mas grandes es el amazona de Santa Lucía o amazona Versicolor que mide unos 43 centímetros desde la cola hasta la cabeza. Algunas cotorras suelen tener un tamaño similar a los loros amazonas. Por ejemplo, la cotorra argentina y la cotorra dorada o cotorra del sol suelen llegar a los 30 centímetros de longitud. Por su lado, la cotorra de Kramer es una cotorra bastante grande que puede llegar incluso a los 40 centímetros de largo. Obviamente, los loros de mayor tamaño no son los pericos, los agapornis, las cotorras, ni los loros amazonas. 


Los loros más grandes son los grandes son los guacamayos entre los cuales encontramos especies cuyo tamaño es realmente notable entre las aves voladoras. Entre estos podemos mencionar el guacamayo rojo, el guacamayo azul y amarillo y el guacamayo rosado o guacamayo escarlata, el cual se parece al guacamayo rojo tanto en la forma como en los colores si bien son más grandes que estos.


Los guacamayos escarlatas llegan a ser apenas 10 centímetros más pequeños que el ya mencionado guacamayo Jacinto, el loro más grande del mundo. También tenemos al guacamayo verde o guacamayo militar, el cual a pesar de ser un ave grande es más pequeño que los otros guacamayos ya que no supera los 70 centímetros de largo, si bien es igual de grande que la cotorra más grande del mundo. De un tamaño parecido al del guacamayo verde, tenemos el guacamayo indio el cual es similar en apariencia al guacamayo Jacinto. En general los guacamayos son aves grandes y cuentan con un poderoso pico que les permite partir aún las frutas más duras. 


Un poco más pequeño que el guacamayo indio y el guacamayo militar es el guacamayo dorado, un ave que llega a alcanzar los 65 centímetros de longitud. Si bien estos guacamayos son más pequeños que los guacamayos más grandes como el guacamayo Jacinto existen guacamayos aún más pequeños. De hecho el guacamayo más pequeño del mundo es el llamado guacamayo enano que no llega a superar los 30 centímetros de largo.


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