Bañando al perro

Bañar al perro no es una tarea sencilla ya que no se puede simplemente meterlo en una tina con agua tibia o llamarlo para que entre en ella. Lo ideal sería que su perro viniera corriendo felizmente y encantado por disfrutar de nuevo de un agradable baño y se quede perfectamente quieto mientras usted lo enjabona y lo enjuaga. Una vez que termina, su perro sale despacio de la tina y sin sacudirse para no salpicar nada de agua y se acerca a usted para que lo seque, lo que le daría tiempo incluso para usar la secadora mientras lo peina y al final queda listo, como un perro nuevo. Sin embargo la realidad es otra, para muchos dueños la hora del baño de su perro es una verdadera batalla que puede acabar con la paciencia del más tranquilo y centrado.
Cualquier dueño sabe que el baño del perro es una de las tareas más difíciles. Primero hay que sacarlo de su escondite para llevarlo a la tina o a donde lo bañan normalmente.

Después hay que batallar para que se mantenga quieto y no salga corriendo mientras es bañado. Por este motivo muchos dueños se preguntan acerca de cada cuanto deben bañar a su mascota ya que no les agrada mucho la idea de tener que pasar por esta batalla cada vez que bañen al perro. No obstante el baño debe ser realizado con cierta regularidad, ya que es muy importante para mantenerlo aseado y saludable.
Si se sigue el procedimiento adecuado, bañar al perro se convertirá en una tarea relativamente sencilla. Primeramente debe considerar que champú va a emplear. Puede que su perro necesite un champú anti pulgas el cual puede ser adquirido en cualquier clínica veterinaria o tienda de mascotas, o a lo mejor su mascota precise un champú hipo alergénico si su piel es sensible, o uno medicado para tratar algún problema de la piel, o sencillamente requiere un champú para perros normal que mejore la condición del pelo.
Sin importar que champú emplee, debe enjuagarlo bien para que no deje residuos en la piel del can, ya que podría producir resequedad lo que a su vez ocasionaría comezón u otro padecimiento más grave. Es importante que el champú no provoque lágrimas, para que si por accidente un poco de champú le entra al ojo, no le provoque comezón ni irritación. Si no la próxima vez que bañe al perro, se resistirá a que le ponga el champú.
El baño no solamente es una cuestión de aseo, también es importante por la salud del perro. Muchos dueños creen que si su perro no sale más de una vez al día, no se contagiara de pulgas, lo cual no necesariamente es verdad. El perro puede infectarse si está en contacto con lugares donde han estado perros que han tenido pulgas. Las pulgas son parásitos que si no son bien controlados, pueden multiplicarse y ocasionar graves daños a los canes. Actualmente hay productos muy eficaces para eliminar pulgas y otros parásitos externos que se aplican cuando se le realiza el baño al animal. Para esto debes preguntarle al médico veterinario cuales son los mejores.
Otra buena razón para bañar regularmente al perro es para eliminar ese olor característico y a veces desagradable que tienen los perros en ocasiones. Ese olor tan característico puede ser controlado con el uso de champú y un acondicionador que tengan un olor agradable, los cuales, al menos por un tiempo harán que el perro huela más agradable. De aquí viene una duda muy común que tienen los dueños de mascotas: ¿Con que frecuencia debo bañar a mi perro?

Frecuencia del baño del perro

Los animales que pasan la mayor parte del día fuera de la casa, lógicamente deben ser bañados más frecuentemente que aquellos que casi nunca salen. Se puede decir que un perro que pasa en el jardín y se llena de tierra, suciedades, etc., debe ser bañado al menos una vez cada dos semanas. Por su parte, los perros que pasan todo el día dentro de la casa pueden ser bañados una vez cada tres o cuatro semanas sin que haya problemas.
No obstante lo mejor es consultar al veterinario en caso de que el perro presente mal olor aun cuando acaba de ser bañado, lo que podría deberse a algún problema de la piel el cual debe ser examinado y tratado por un profesional. Por otro lado los perros que presentan sequedad en la piel deben bañarse con menos frecuencia. En caso de que decida usar secadora de pelo, es importante que la mantenga a distancia de la piel del perro o al menos no la tenga mucho tiempo en el mismo lugar ya que podría ocasionarle graves quemaduras.
El propietario además, debe asegurarse que ni él ni su mascota salgan lastimados durante el baño, para lo cual se debe colocar un tapete de hule en la tina con el fin de que el perro no se resbale y se caiga. Hay que recordar que los perros normalmente tratan de escapar de la tina y al intentarlo pueden lastimarse al golpearse contra los bordes, lo cual hay que evitar en la medida de lo posible. Debe tratarse de que la experiencia del  año sea lo menos traumática posible para el perro, sino la experiencia será siempre parecida a una guerra.
El baño debe ser lo más agradable y tranquilo tanto para el can como para el dueño. Si se hace correctamente, puede ser una oportunidad para establecer un fuerte lazo de amistad entre ambos, ya que el perro normalmente trata de complacer a su amo todo el tiempo. Es buena idea darle a entender que el baño es algo que usted quiere que el acepte y que le hace feliz. Durante el baño háblele a su perro con tono suave y prémielo por comportarse adecuadamente.

El procedimiento adecuado para el baño del perro

Es importante destacar que el pelo y la piel del perro son diferentes a los del ser humano y por lo tanto no es necesario bañarlos todos los días. Si se baña al perro muy a menudo se puede ocasionar que se pierdan las grasas naturales del pelo, lo que posteriormente traerá problemas de salud tanto en la piel como en el pelo. El pelaje de los perros puede conservarse aseado con un baño cada dos a cuatro semanas y con un cepillado constante.
La gente considera que el baño de los perros es una actividad tediosa por la resistencia que muestra el perro, sin embargo no tiene porque ser así. Si se hace de forma adecuada puede ser una actividad muy divertida tanto para el dueño como para el perro. Por eso se debe acostumbrar al perro a ser bañado desde cachorro, ya que esta rutina será primordial durante el resto de su vida. Si no se pudo acostumbrar al cachorro a estarse quieto durante el baño, esto resultará mucho más difícil cuando sea mayor, lo cual sin embargo no debe ser así si su mascota es entrenada con la orden de «QUIETO”. Este comando lo puede usar a la hora del baño para que el perro se mantenga estático, premiándolo con caricias todo el tiempo.
Antes de proceder al baño debe emplear unos minutos para entibiar el agua ya que los perros son sensibles a los cambios bruscos de temperatura por lo cual no se sentirá cómodo si el agua está muy fría o muy caliente.
Cuando a su perro le toque bañarse, prepare de antemano todo el material que va a usar para que sea una tarea sencilla. Debe poner a su alcance el jabón para perros, el champú, el acondicionador, una jarra, una tina de plástico con tapete antiderrapante y toallas para secar al perro una vez que acabe de bañarlo. De ser necesario colóquele un collar al pelo para poder sujetarlo y evitar que se salga de la tina o se mueva demasiado.
Antes de echarle agua al perro, el pelaje debe estar cepillado. Además el perro debe estar sujetado con firmeza por el collar. Una vez que esté listo comience a verter agua desde el cuello hacia atrás, asegurándose que penetre hasta la piel. Una vez que el pelo este bien mojado, ponga el jabón o champú para perros y lo distribuye por todo el cuerpo del animal, frotando hasta formar abundante espuma y masajeando la piel a contrapelo con el fin de deshacerse de las células muertas y la suciedad acumulada. Cuando le coloque el champú a su perro asegúrese que no entre en contacto con los ojos.
La cabeza y la cara deben mojarse y enjabonarse solo al final. Para esto vierta con suavidad agua tibia en la cabeza pero sin dirigirla a las orejas del perro, ya que son delicadas, después coloque un poco de champú en su mano y colóquelo sobre la cabeza de su mascota dando un suave masaje. Trate ante todo que el champú entre en los ojos o la boca del perro. Luego enjuague la cabeza, quite todo el champú y séquela, con el fin de evitar que el perro se sacuda y llene de agua todo el lugar.
Después de enjuagar la cabeza, haga lo mismo con el resto del cuerpo empleando agua tibia. Haga esto cuantas veces sea necesario hasta que todo el champú haya sido retirado del cuerpo. En perros con el pelaje largo puede aplicar el acondicionador el cual también debe ser enjuagado totalmente. Es importante hacer esto ya que los residuos de jabón, champú o acondicionador en el pelo del perro pueden ocasionar irritaciones y molestias que en ocasiones pueden evolucionar en trastornos graves de la piel.
Después de que el pelaje ha sido totalmente enjuagado, debe escurrir el exceso de agua y secar al perro con una toalla grande, principalmente en la cara, pliegues de la piel, orejas y entre los dedos. Puede emplear una secadora de pelo, pero en este caso solo use aire tibio. Inicialmente frote a contrapelo mientras dirige el flujo de aire hacia el pelo más cercano a la piel, para lo cual debe tener mucho cuidado de no dirigir el aire de forma directa a la piel ni mucho menos mantenga la secadora en un solo punto, ya que esto puede producir graves quemaduras en la piel del perro. El secar bien el pelo del perro es muy importante ya que de esta forma se evitan problema como infecciones por hongos y bacterias cuyo tratamiento puede ser muy costoso. Después de haber secado el pelaje, cepíllelo hasta darle la apariencia que desea.
Tenga siempre presente que del propietario depende que el perro este siempre limpio y sano, por lo cual debe incorporar la práctica del baño como algo habitual.

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