Cuidados básicos de los canarios

El primer paso que hay que dar si nos hemos decido por un canario como mascota es elegir la jaula adecuada.
Existen modelos muy sugerentes en el mercado, pero es más recomendable que prime la funcionalidad a la estética a la hora de escoger la ‘habitación’ de nuestro amigo.
Si somos amantes de los canarios y queremos tener varios, es importante que compremos jaulas diferentes porque se trata de pájaros muy territoriales.
Una jaula de material metálico de 40 x 25 x 25 cm. es una buena opción para un ejemplar.
El habitáculo del canario debe estar protegido de corrientes de aire, del sol excesivo y fuera del alcance de otros animales.
Al caer la noche, cubriremos la jaula con una funda para evitar la visita indeseable de mosquitos y del frío.
La higiene dentro de la jaula es otro de los factores con los que seremos altamente cuidadosos. Las varillas, bebederos, comederos y resto de accesorios deben estar limpios.
La dieta básica de un canario se compone de semillas como alpiste, nabina, avena o cañamones. Un aporte extra lo constituye la manzana y la lechuga, sobre todo ésta última, que les encanta.

Reproducción.

El sexo de los canarios está unido a su capacidad de cantar: sólo los machos pueden hacerlo. Antes del año de vida, los canarios ya están preparados para aumentar su familia. La temporada elegida suele ir de finales de marzo a principios de abril, por tanto es la primavera la estación de la reproducción de estos pájaros. El proceso que debe seguirse es muy sencillo: las parejas se juntan en jaulas amplias y se prepara un nido. El primer huevo debe ser sustituido por uno falso y así sucesivamente con el resto para, después, volverlos a sustituir todos a la vez y que puedan nacer las crías todas juntas.

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